La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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El Gobierno de Zapatero ya ha cumplido sus primeros cien días. Se acabó cualquier tipo de tregua o consideración. Ya se puede hacer un pequeño balance. Y no muy positivo.

1. El empecinamiento en no pronunciar la palabra crisis le ha supuesto al presidente del Gobierno no pocos quebraderos de cabeza. Con justicia, por distanciarse de los ciudadanos y no darse cuenta de que los indicadores solo reflejan lo que ya pasa en la calle, su valoración ha bajado. La de Rajoy, al que se suponía muerto políticamente, ha subido.

2. Dejando a un lado a la locuaz y decorativa Bibiana Aído, de la mayoría de los ministros nuevos poco se sabe: Beatriz Corredor o Cristina Garmendia puede que estén trabajando mucho, pero su presencia en los medios es escasa y de poco impacto. Parece que alguien haya dado órdenes de mantener la discreción a toda cosa. De otra forma no se explica que piquitos de oro como Bermejo o Magdalena Álvarez estén tan contenidos últimamente.

3. De los nuevos, el único que se ha significado es el titular de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, al que le ha tocado reajustar la política del Gobierno frente a un fenómeno complicado, de dimensiones internacionales y alta conflictividad social.

4.  Los pilares del Gobierno siguen siendo Rubalcaba, De la Vega y Solbes. A ese grupo quiere sumarse el titular de Industria, Miguel Sebastián, que deberá tener un papel importante para combatir o frenar la crisis y al que se le supone,  por intervencionista, enfrentado con el vicepresidente económico.

5. El Gobierno está solo en el Congreso. Desaprovechó la oportunidad de firmar un pacto de legislatura (caro y estable) con CiU y optó por la investidura en solitario. Entonces pareció una buena idea, pero entonces el PP estaba contra el mundo y no tenía margen de maniobra parlamentaria. Ahora eso ha cambiado y los socialistas ya han perdido varias votaciones. Lo tendrán muy crudo en los próximos presupuestos.

Con este balance, dada la situación económica y viendo su trayectoria política, parece evidente que Zapatero dará un golpe de efecto en estas vacaciones. Veremos.