La crisis del PP le está permitiendo a José Luis Rodríguez Zapatero pasar de puntillas y sin mucho desgaste el mal momento económico que viven España y el resto del mundo.
Enfrascados como estamos en las querellas internas y escaramuzas que libran las distintas facciones del PP, damos menos relevancia a las malas noticias económicas. Sin alarmismos ni exageraciones, la situación es grave. Ahí van tres titulares que lo demuestran:
- Europa, en pie contra el alza del gasoil
- No habrá superávit del Estado
- Siete de cada diez firmas gallegas del ladrillo tienen problemas de dinero
Ante esta situación, Mariano Rajoy tiene una gran oportunidad de afirmarse hoy ante la opinión pública y ante aquellos miembros de su partido que aún no le han declarado la guerra abierta. Va a preguntar a Zapatero en el Congreso sobre la marcha de la economía. Y puede poner en serios apuros a un presidente que se pasó la campaña electoral negando por activa y pasiva lo evidente, que había problemas y que iban a aumentar.
¿Engañó a los ciudadanos? ¿Ocultó la verdad? Hablaremos después sobre lo que suceda en la sesión de control. Si Mariano torea bien, podrá callar a unos cuantos críticos. Y hacernos un favor a casi todos los ciudadanos. Siempre hay que recordarles a los poderes públicos que no nos traten como a niños.
sí para eso está la oposición y el control del estado.Para eso y no para no cree a la justicia ni desautorizar a la policía.
Que la economía no está bien,nadie lo duda,pero no todo se puede arreglar bajando el combustible.Sería cuestión de empezar a pensar en energías alternativas,en no olvidar la crisis de comienzos de los setenta y no malgastar,sobre todo eso.
En cuanto al ladrillo,han ganado tanto que bien podían tener reservas,pero a dejar de ganar el doble de lo que debieran,le llaman perder.
Pues ya lo pudimos comprobar ayer… La crisis de su partido ha dejado a Mariano Rajoy como desinflado. Y es normal. Ahora no sabe si mostrar dureza será recordar a los votantes la época en la que los gritos desaforados resonaban entre las paredes del Congreso.