La Voz de Galicia
Seleccionar página

Bambi desubicado

Hubo un tiempo en que Gadafi era amiguito del alma o, dicho de un modo más coloquial y fallero, se dejaba querer un huevo por algunos líderes europeos. Dejaban que instalase su jaima en versallescos jardines de la vieja Europa; mientras mantuviera ordenado su propio jardín, donde crecen flores fósiles, que una vez destiladas moverán los motores y los mercados. Rodeado de su guardia amazónica, un insólito harem militarizado que son sus propios Ángeles de Charlie, su acartonado cutis competía en maquillaje con el de Berlusconi en la cumbre del G-8 en L’aquila. Hoy el extravagante dictador ya no es un grato compañero de juegos y está haciendo el clásico viaje, que ya recorrieron otros caudillos, de cancerbero de Occidente a proscrito de Oriente. Gadafi pertenece a esa casta, poco poblada, que podríamos llamar pijerío musulmán. Estos prohombres visten trajes de seda italiana o tradicionales chilabas según tengan que … Seguir leyendo

Un último golpe y me retiro

En el rural se escribe mucha crónica negra. También crónica rosa. Pero no de esa que alimenta las fangosas tertulias de sobremesa y convierte en cenicienta a una Pigmalion dueña de una fonética imposible de desbravar, sino la que mana de la sonrosada tez de un cerdo. El suceso conmocionó a la parroquia de Larín en Arteixo. Un falaz robo. O a lo mejor fue un rapto; aunque no hay constancia de ninguna grabación, con voz distorsionada, en la que se amenaza a las víctimas con ser reducidas prematuramente a salami si no se satisface el rescate. No, todo apunta a otra peripecia colateral de la crisis, principio y fin de todo. Pura necesidad. Como aquella triste picaresca de la primera Gran Depresión. En todo caso, seis de las doce cerditas robadas (madres reproductoras de corta edad, de cuyos vientres brotarán en un futuro inocentes cochinillos) aparecieron más tarde en … Seguir leyendo

Manual para moverse en las fronteras del arte

Crítica publicada en el suplemento Culturas sobre la exposición EL ESPACIO INTERMEDIO  que se puede ver en el MACUF de A Coruña hasta el 20 de Octubre

Hay jóvenes artistas, cuyos apellidos ya no acaban en -eiro y cuyas biografías se escriben fuera de nuestro país, que bromean cuando hablan de esta o aquella anécdota, de esta o aquella situación, diciendo: «Esto es una pieza». A ellos el arte les ocurre. Les aburren las tertulias sobre la muerte y la resurrección de la pintura y no están dispuestos a ceñirse para siempre el severo y ascético hábito conceptual. Tienen sentido del humor y un desordenado pero fecundo trastero audiovisual. Ocupan los intersticios que hay entre las diferentes disciplinas y al hilván de esas costuras recorren territorios nuevos. O los territorios de siempre revisitados. Es de lo que va esta exposición. De artistas avisados y de un público que denuncia su … Seguir leyendo

¿Está el mercado? Que se ponga

Se me ocurren dos candidatos para armar un relato a partir del atribulado personaje de la foto. El primero es el escritor y periodista Tom Wolfe, pirómano de las vanidades. El segundo es Gila, inmortal gamberro del surrealismo.
Gila comienza su relato poniéndose un mandilón como el que llevan los brokers, parecido al que lucen los tratantes de ganado de Arzúa, solo que lleva bordados patrióticos y desprende un hedor diferente; el dinero fácil no transpira, pero también apesta. Coge el teléfono: «¿Está Obama?». Le da sus calificaciones. Son bajas, como las del chamaquito enamorado de la niña de la mochila azul. Parece ser que Obama tiene que devolver firmado el boletín con las notas. Firmado por los republicanos. No vale falsificar la firma de papá, como en el cole. A continuación llama a Bernanke a la Reserva Federal para pedir más papel moneda; que en la última remesa … Seguir leyendo

Hockney y el octavo pasajero

En una piscina también chapotea el arte. Brian Ferry se paseaba por su borde con un esmoking blanco y lo hacía, prácticamente, caminando sobre las aguas. El pintor David Hockney, otro apóstol del dandismo, usó la piscina como motivo para una serie. Tan a gusto estaba que pronto se desmarcó de la escuela de Londres para abandonarse al hedonismo y a la pachorra californiana. Debió pensar que el desgarro y el sufrimiento exhibicionista ya estaban cogidos. Bacon y Lucian Freud cultivaban el negociado del tormento, algo que le priva a la alta burguesía. Algunos ricos aún creen en el mito de la bohemia, al calor de su dinero revolotean las artistas. Pero Hockney insiste en pintar escenas amables; aunque si rascas, sus apacibles retratos ocultan secretos de familia. Cuando Hockney, liberado de la temática de la angustia pinta El gran chapuzón, no pretende una solución naturalista. Atento a lo … Seguir leyendo