Trogir, Croacia. Una pequeña ciudad con mucho encanto.
Cerca de Split, a menos de treinta kilómetros hacia el este, se encuentra una pequeña ciudad, con más de dos mil años de existencia, Trogir. Creada en el siglo III a.C. por los griegos, perteneció a lo largo de los años a los romanos, eslavos, croatas, húngaros, sarracenos, venecianos, austrohúngaros, franceses, yugoslavos, italianos y, desde 1991 de nuevo a los croatas.
Está construida en una isla de menos de un kilómetro cuadrado y, unida por un lado al continente y, por el otro a la isla de Ciovo.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 y, dicen de ella que, es la ciudad de estilo románico-gótico mejor conservada de Europa central. Su centro histórico amurallado tiene numerosos edificios del siglo XIII, entre ellos el palacio ducal y una gran cantidad de iglesias para lo pequeña que es la ciudad. A destacar de esta época la catedral de San Lorenzo, del siglo XV las murallas de la ciudad, la fortaleza del Camarlengo, la logia y los palacios de Cipico.
Hoy en día la ciudad vive casi exclusivamente del turismo, teniendo también una pequeña industria de construcción naval. Nuestro barco atraca justamente al pie de las puertas de la muralla y, como en cada ciudad que visitamos, visita guiada en castellano y, tiempo libre para callejear.
La verdad es que, el Amore, es un barco que llama la atención y, como veis, es objeto de las fotos de algún turista, pero a todo hay quien gana. Podéis apreciar la “lanchita” que teníamos atracada a proa…