Isla de Faial, Azores. Espectacular caldera volcánica.
Por Fran Raposo
En un reciente viaje a las islas Azores visitamos la isla de Faial. Volábamos desde Terceira en un turbo hélice y llegando ya tuvimos la primera vista desde arriba del volcán de la Vecina isla de Pico que, os recuerdo que es la montaña más alta de Portugal. Impresiona.
Teníamos solamente dos días y uno lo íbamos a dedicar a Faial y el siguiente a Pico. Así que nada más llegar a aeropuerto teníamos el coche esperando para hacer nuestra ruta por esta isla.
Armados con nuestro inseparable plano de la isla nos dirigimos en principio al lugar más destacado, su impresionante caldera. Se formó tras el derrumbe del cono del volcán principal de la isla.
Se accede a ella por un túnel, supongo que, artificial excavado en uno de los lados de la caldera. Estás sobre unos mil metros de altura y a pesar de tener la suerte de un día despejado, es febrero y hace mucho viento, hay que calar bien el sombrero.
La caldera tiene unos dos kilómetros de perímetro y unos cuatrocientos metros de profundidad. Con buen clima y tiempo para hacerlo, se puede hacer el sendero que la recorre en su totalidad. Viajar en febrero, fuera de la temporada de más afluencia de turistas es una gozada, sobre todo si tienes la suerte que hemos tenido nosotros con el tiempo. Llevábamos nuestro paragüas y los chubasqueros que fueron de paseo ya que, no nos llovió en todo el viaje y no hizo tampoco mucho frio. Este mes te permite estar practicamente solo en todos los lugares de interés de las islas, comer sin problema en cualquier restaurante y sobre todo no sufrir ninguna cola en las entradas. En el aparcamiento de la caldera estaban nuestro coche y otro más.
La verdad es que, Las Azores son un paraíso para los amantes de la geología.
A continuación, nos dirigimos a otro de los lugares de gran interés de esta isla, el área de Volcán de Capelinhos. Fue la última erupción registrada en Faial y data de 1957. Duró algo más de un año y su comienzo fue como erupción submarina pero luego paso a añadir casi dos kilómetros y medio de superficie a la isla.
En esta área había un faro, el faro de Capelinhos que quedó semi enterrado por la erupción. Hoy en día se puede incluso subir por una empinada escalera de caracol hasta la parte en donde estaba la linterna y tener unas fantásticas vistas de toda la zona.
Bajo tierra, como enterrado, se encuentra el centro de interpretación del volcán en donde puedes ver todas las explicaciones que te dan sobre la erupción y además contiene una exposición de minerales. Interesante visita.
Ya en las cercanías de Horta, la capital, hay un miradouro sobre la ciudad y una gran estatua de Nosa Senhora da Conceicao de 28 metros de altura.
No puedo terminar esta entrada sin hablaros del café más famoso de Horta, el Peter Café Sport. Comenzó como un establecimiento para los marineros que paraban en Horta durante sus recorridos por el Atlántico. En la actualidad está regentado por la tercera generación de su fundador Ernesto Azebedo. En el interior hay colocadas en sus paredes además de banderas de casi todo el mundo, motivos marineros.
Tanto sirve para tomarte una copa, como para cenar, recuerdo tomarme un bacalao muy bueno. Es un lugar imprescindible de visitar, pero hoy en día ha perdido un poco del encanto que debió de tener antes. Hasta tiene pegada una tienda de recuerdos para los turistas.
Antes de ir a dormir, exploración del puerto y de la zona de embarque para el día siguiente, vamos a Madalena la capital de la vecina isla de Pico en un Ferri y hay que tenerlo todo controlado. Pasaremos con nuestro coche alquilado, hay que tener la previsión de reservar con tiempo la plaza para el coche, son limitadas.
Curioso ¿Verdad?
Por Fran Raposo
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