Sao Miguel, Azores. Parte 3. Ponta Delgada y cetáceos.
Por Fran Raposo
Sao Miguel es la isla principal de las Azores y Ponta Delgada la capital de la Isla. Antiguamente, hasta el siglo XIV la capital era Vila Franca do Campo, pero un terremoto la destruyó y convirtió a Ponta Delgada que, hasta la fecha era un pueblo pesquero, en su capital.
Yo hice base en el Hotel Lince muy cerca del puerto, con habitaciones con buenas vistas y muy buen desayuno. Incluso tiene una piscina cubierta.
Tiene algo más de sesenta y siete mil habitantes y un centro histórico muy bonito que podrás recorrer a pie sin ningún problema. Los hoteles más caros están frente a la marina y el puerto de la ciudad.
Su aeropuerto internacional se encuentra a solo cinco kilómetros del centro de la ciudad y se llama Joao Paulo II.
Lo primero que verás accediendo desde la costa será la Praca do Municipio, con la puerta de la ciudad que la forman tres arcos de piedra volcánica del siglo XVI y con la iglesia de Sao Sebastiao y su torre al fondo.
Toda la plaza y la mayoría del centro de la ciudad tiene en el suelo el típico adoquinado de piedra portugués.
En la parte oeste del puerto se encuentra el fuerte de Sao Bras de mediados del siglo XIV que hoy en día es la base de la marina portuguesa y que tiene un museo militar.
El centro histórico mantiene uniformidad en todos sus edificios muchos de ellos de estilo barroco. Son destacables entre otros la torre Sineira desde la que hay unas bonitas vistas de la cuidad, el Museo de Carlos Machado, la iglesia de Sao José, la capilla do Santo Cristo dos Milagres que en primavera celebra la fiesta religiosa más importante de la isla y el Convento de Nossa Senhora da Esperanca también de mediados del siglo XIV. Has de visitar también el colorido y animado mercado da Graca y el Jardín Botánico.
Lo que no te debes perder bajo ningún concepto es una visita a «O Rei dos Queixos» en donde podrás comprar después de probar todos los quesos de las Azores y demás productos de las islas como sus licores, el té de la fábrica más antigua de Europa, las queijadas, los biscoitos. Esta tienda y su dueño son todo un espectáculo.
Otra de las actividades que podrás disfrutar en Ponta Delgada y en varias de las islas Azores es el avistamiento de cetáceos. Además de población estable es zona de paso para estos mamíferos. Eso sí, aunque tengas experiencia marinera te recomiendo que te tomes un par de pastillas para el mareo, es el Atlántico y el barco se mueve. Por si te olvidas de ellas o es una decisión que tomas a última hora, las puedes comprar en cualquier farmacia pidiendo comprimidos o pílulas para o enjôo.
Sales del puerto a primera hota de la mañana mar a dentro pero siempre viendo Ponta Delgada y podrás, con suerte ver varias especies de cetáceos. Hemos de recordar que no es un zoo y los animales campan a sus anchas y los puedes ver o no, nadie te garantiza ver una ballena, aunque es frecuente.
El método que usan para localizarlas es desde la propia costa, con grandes catalejos y son los vigías los que avisan a las embarcaciones de hacia donde se tienen que dirigir.
Yo lo hice un par de veces y en una vimos cantidad de delfines, pero no ballenas y en la segunda un cachalote y varias especies más.
Los barcos tienen que mantener una distancia prudente con las ballenas para no estresarlas bajo amenazas de sanción, pero los delfines son ellos los que viene a jugar con los barcos.
El precio por persona ronda los sesenta euros y la actividad dura unas tres horas. Es recomendable e interesante pero no es accesible.
Ya en la parte más lúdica y fiestera en la zona del puerto hay gran ambiente por las noches para tomar una copa o cenar en las terrazas de los restaurantes.
Nosotros fuimos también a un local con música en vivo y a un bar en el que se podían fumar shishas de varios sabores.
¡¡Interesante!!
Por Fran Raposo
© Fotografías y vídeo propiedad o cedidos a Fran Raposo. Prohibida su reproducción.