Mezquita Sheikh Zayed, Abu Dhabi

¡Donde todo lo que reluce sí es oro!

Por Fran Raposo

En un reciente viaje a Emiratos Árabes Unidos tuve la oportunidad de visitar esta impresionante mezquita.

La verdad es que, todo lo que ves en este emirato es impresionante, pero es que esta mezquita se lleva la palma. Sus dimensiones son descomunales, el recinto es de más de veinte mil metros cuadrados, el edificio central tiene más de mil cien columnas, la bóveda principal es de treinta y seis metros de ancho y ochenta de altura.

Pero es que, además de esta bóveda tiene otras ochenta más, la sala principal mide cinco mil quinientos metros cuadrados y como no, con la alfombra más grande del mundo hecha a medida y valorada en unos quinientos millones de dólares.

Eso si miras hacia abajo, pero es que, si levantas la vista hay varias gigantescas lámparas de Svarovski, alguna de más de nueve toneladas de peso.

En su decoración se usaron miles de piedras preciosas y semi preciosas. Según nuestro guía todo lo que se ve dorado, no es dorado, es oro.

Se tardó más de diez años en construirla y no le falta de nada. Tiene capacidad para albergar a casi cuarenta mil fieles. Debe ser curioso el verla un día de celebración religiosa. Entiendo que solo se hará en ocasiones especiales.

Se entra por un sitio bastante lejano al propio templo, por el tema del calor, no se soportaría una espera al sol en esas condiciones. Tiene una zona inicial con todo tipo de tiendas y establecimientos de comidas, hasta un Mac Donalds. Para desplazarte hasta el edificio central hay un recorrido de diez minutos por cintas como las de los aeropuertos y a la vuelta es posible hacer este recorrido en carritos eléctricos.

Una vez en el interior del templo no te queda otra que quedarte con la boca abierta por todo lo que ves.

No suelo entrar en otro tipo de consideraciones que no sean el contaros lo que estoy viendo, pero eso sí, son súper rigurosos con la vestimenta.

Los hombres con pantalón largo o por debajo de las rodillas y las mujeres con un poco más de exigencias de falda o pantalón largo que cubra los tobillos y con el pelo tapado con un pañuelo. Son constantes las indicaciones de los de seguridad para mantener el pelo bien cubierto en todo momento.

En fin, después de tolo que allí vi, si me creo que todo lo que reluce es oro.

Curioso, ¿Verdad?

Por Fran Raposo

© Fotografías propiedad de Fran Raposo. Prohibida su reproducción.