INCREÍBLE JAPÓN, parte 4.
Por Fran Raposo
Delegado comercial de
Europamundo Vacaciones
Como continuación a las curiosidades de la entrada de ayer, sigo recordando cosas que me perecieron curiosas en mi estancia en Japón.
La comida.
Una de las cosas que me preocupaba antes de viajar a Japón era por supuesto la comida. Ya había visitado varios países de la zona y lamentablemente, aunque no me moriría de hambre, el estilo, la condimentación y demás de las comidas asiáticas no es lo que más entusiasmo me despierta. Después de un par de viajes a Japón mi pensamiento ha cambiado radicalmente. Hay todo tipo de restaurantes, de comida italiana, de carne, de mariscos, de pescados, de sushi, de sopas o ramen y además de esto multitud de locales que te sirven platitos para ir comiendo sobre la marcha. Tokio es una de las ciudades del mundo con más estrellas Michelin y no son caros o al menos no con los precios de aquí. Como decimos en Galicia “malo será” que alguno de estos platos no te guste. Además en los restaurantes en los que se come en los circuitos siempre hay muchos platitos. No es como en nuestro país que siempre hay un primero y un segundo.
Allí es normal que tengas siete u ocho cosas distintas en un menú.
Cuando vayas a comer por libre pensarás, puf la carta en japonés vaya complicación. Todo lo contrario, lo normal es que en la carta todos los platos lleven la foto correspondiente, con lo que es mucho más sencillo.
Por otra parte hay un barrio de Tokio, supongo que en otras ciudades también, en el que se dedican a hacer réplicas de todo tipo de platos. Es muy frecuente que la carta entera la tengas expuesta en el escaparate con platos hechos en plástico. Es tan realista que como no lo sepas, creerás que son auténticos.
Otro tema es el precio de las comidas. En ninguna ocasión me ha parecido excesivo, y en muchas hasta creo que era barato. Como en el de sushi, que con un par de cañas y un montón de platillos salimos sobre quince euros por cabeza, con el precio que tiene aquí el sushi. O los dedicados al ramen, también muy asequibles.
O los típicos de pulpo en los que te sirven los takoyaki, esas bolitas de harina y huevo rellenos de pulpo “tako” hechos en la plancha “yaki”, especial con muchos agujeritos.
También te digo que has de tener cuidado cuando, si quieres vayas a probar la famosa carne de Kobe. Pero no mucho más que cuando aquí vayas a comer percebes, langosta, caviar o cochinillo. Además siempre tendrás el precio fuera y según lo veas decidirás.
Las propinas.
Este es un tema que me encanta. Creo que es el primer país del mundo que he visitado en el que, dar una propina está mal visto. Qué diferencia con otros países en que no dar propina es casi un delito, o en los cruceros que son capaces de perseguirte por el barco o en otros que ya desde el folleto turístico o la documentación te cuantifican lo que has de dar al conductor o al guía.
Ellos entienden que después de pagar por ejemplo una comida, que les des una propina es como un insulto hacia ellos. Si te olvidas las monedas en el platillo en que te dan la vuelta, se creerán que te las has dejado sin querer y te las llevarán de vuelta.
Entienden que es de mala educación y que con este gesto en vez de agradecer la atención, estarás intentando aparentar superioridad ante ellos, no las admiten nunca.
En una ocasión, después de la cena, fui a pagar las cervezas que nos tomamos y sobraban unas monedas. Ignorante de mí, insistí y bastante y no hubo manera. No sabía que estaba intentando faltarles al respeto.
También es curioso el tema del dinero, deberás depositarlo en la bandeja que siempre hay en la caja y el cajero te dará el cambio siempre contando la vuelta delante de ti. No es normal que les des el dinero en la mano. En cambio para un país tan adelantado si me pareció raro que en muchos restaurantes no te admitieran la tarjeta de crédito o simplemente te comentaran que “tengo la máquina estropeada”.
El inglés.
No os voy a hablar de sus escrituras, sino del inglés. Cualquiera podría imaginarse que, en un país de los más adelantados del mundo la mayoría de sus ciudadanos entendieran perfectamente el inglés, el idioma dicen universal. Pues no, todo lo contrario. La educación en cuanto al inglés en Japón es bastante peor que en nuestro país, que ya es decir. Y no lo digo de boquilla sino después de varias experiencias.
Un día no sé qué estábamos buscando y dijimos, vamos a preguntarle a alguien y buscamos a un joven, entendíamos que sería más fácil que nos entendiera que una persona mayor. Pues bien, sí nos entendió, pero en vez de contestaros y decirnos por dónde se iba, nos llevó casi de la mano hasta el lugar en cuestión, eso sí luego sonrisa y reverencia, pero ni una sola palabra en inglés.
Un día en uno de los hoteles unas compañeras me comentaron: Fran, ¿puedes hablar en recepción para ver si nos dan una habitación de fumadores? Yo, genial sí claro. Me voy con ellas y con mi inglés con mil palabras le pido por favor a la chica de la recepción una smoking room que eso, como fumo me lo sé muy bien. Pues no fui capaz de hacerle entender, a una chica de la recepción de un hotel de cuatro estrellas que era lo que querían. Solución, google traslate, se lo canto en español y él lo dice en japonés, todo solucionado. Yo creo que sería difícil encontrar un hotel en España en el que no te entendieran esta simple pregunta en inglés, otra cosa es que te dirían que no se puede fumar en las habitaciones, en Japón sí hay algunos en los que se puede. De ahí que afirme que están en cuanto al inglés bastante peor que nosotros.
Otro detalle que me da la razón en este tema es que este país Japón, lo que no puede solucionar de una manera lo soluciona de otra, con tecnología y el gobierno ha preparado para las próximas olimpiadas que ya veremos cuando se van a celebran, millones de traductores simultáneos de esos de mano para entregarles a todo tipo de personas que en algún momento puedan estar en contacto con el turista. Taxistas, camareros, recepcionistas, policías, operarios del aeropuerto y de todas las estaciones de metro, personal del tren, etc…
Este aparatito es un gran avance para el turista que no se maneje en inglés. A mí me han regalado uno que traduce a ciento cuarenta idiomas.
Deje aquí su paraguas!!
En nuestro país normalmente, cuando está lloviendo y entras en algún gran edificio, en la entrada verás un aparato para “embolsar” tu paraguas. Lo malo es que al poco tiempo se terminan las bolsas y al final todo acaba mojado.
En Japón tienen un sistema diferente. El paraguas lo dejas en la máquina que veis en la foto. Cada paraguas queda en su sitio y te llevas la llave. De este modo no entras nunca con el paraguas mojado.
Las geishas y las maikos.
No quiero meterme muy a fondo en este tema porque es un tema que levanta muchas susceptibilidades. Pero yo, como siempre, cuento lo que a mí me han contado.
Las geishas son unas mujeres super cultas muy preparadas durante muchos años para dar conversación y compañía a los hombres. Cuando, por ejemplo, un arquitecto reserva una geisha para que le acompañe, ésta se preparará a conciencia y estudiará conceptos de arquitectura para tener un tema de conversación con su cliente. No es un asunto sexual, sino de compañía.
Las maikos son las aprendices de geisha. Es posible que para llegar a geisha tengan que estudiar hasta los veintitantos años.
A pesar de que las hay en todo Japón, cada vez menos, el lugar en donde es más fácil verlas es en el barrio de Gion en Kioto. Si no tienes suerte y no ves ninguna, al menos verás las casas en donde viven. Como se puede apreciar en la foto tienen un cartel en la puerta con el nombre de la geisha y de las maikos. Hoy en día, ante el acoso que habitualmente sufren por los turistas, te recomiendan no fotografiarlas.
Por ejemplo en la casa de la foto hay una geisha y ocho maikos a su cargo. Fijaros, la primera de la izquierda es la geisha con su nombre en los tres símbolos verticales. Hacia la derecha están las ocho maikos. El primer símbolo de cada maiko corresponde al segundo de la geisha, el segundo es común a todas y no lo sé a ciencia cierta, supongo será relativo a la casa y ya el tercero es correspondiente a cada una de las chicas, como veis son todos distintos.
El Hosto.
Un Hosto es un chico joven de buen ver para el estilo japonés . Por supuesto son mucho más actuales y no llevan la misma carga cultural que tienen las geishas desde hace siglos. Simplemente son chicos de compañía.
Antes no los había puesto que la mujer, en la antigüedad en Japón no trabajaba. Pero hoy en día hay mucha mujer ejecutiva que al salir del trabajo para relajarse se va a tomar una copa, en vez de soportar a los hombres de su empresa, habitualmente bastante machistas y monotemáticos con su única conversación sobre el trabajo, prefieren pagar a estos chicos para que las acompañen.
Como veis en la foto son todos de un estilo, muy modernillos y con peinados curiosos. El hosto, se ofrece en unos determinados club’s y se lleva normalmente el cincuenta por ciento de las consumiciones. Muy raramente la cosa pasa de ahí, no está muy bien visto. Pero este punto no lo puedo asegurar, no tengo experiencia.
Esto es un aparte. Como veréis los/las japoneses/as son un poco raritos, que nadie se me ofenda, sobre todo los más de sesenta que me leen en Japón, lo digo desde el punto de vista latino. Es una sociedad que vive por y para la empresa. Son gente muy exigida y estresada en su ámbito laboral y allí no es común en chateo con los amigos como en nuestro país. Este negocio, tal y como está planteado en Japón, no triunfaría aquí. Basta con salir por ahí y tendrás siempre una tropa de amigos/as para tomarte las cañas o lo que sea.
Continuará…
Por Fran Kutsine
Delegado comercial de
Europamundo Vacaciones.
© Fotografías propiedad de Fran Raposo. Prohibida su reproducción.
Muy eficaz y entretenido
Gracias