La Voz de Galicia
Curiosidades y anécdotas de viajes.
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África. “Los distintos coches para safari”.

Tanto en Kenia como en Tanzania, los coches en los que haces el safari son descubiertos, pero solo se levanta el techo. Con una ocupación máxima de seis pasajeros para que todos tengan además de ventanilla su sitio para ver los animales de pie.

Los animales pasan tan cerca que no necesitas prismáticos.

El propio coche con el que vas a hacer el safari te va a recibir al aeropuerto y, ya te llevará durante todo tu viaje. Tan solo si vas a algún hotel muy exclusivo puede que los safaris se hagan con los coches del propio hotel, pero lo normal es que tengas el mismo coche durante todo el viaje.

Existen los jeep 4 x 4 y las furgonetas. No sabría decir cuál de los vehículos es más cómodo, yo lo he hecho en los dos y no he notado gran diferencia. Con los jeep los conductores, de vez en cuando y sobre todo si les pides un poco de acción hacen alguna virguería más que con las furgonetas.

Quizás las furgonetas tengan la suspensión un poco más blanda que los jeep, pero estos son un poco más amplios.

En Sudáfrica la cosa cambia un poco, los jeep son totalmente descubiertos. Suele haber tres filas de asientos, con distinta elevación para que todos puedan ver bien los animales desde cualquier asiento.

La verdad es que, al principio, acongoja un poco, pero acabas acostumbrándote. Leones, leopardos, elefantes, rinocerontes,  búfalos, jirafas  y todos los animales que hay, pasan a tu lado mirándote con curiosidad, pero pasan de largo.

Para ellos, un jeep, es un bulto sospechoso, que quizás consideren un tipo de animal grande muy raro, pero que nunca les ha atacado y que no les genera otra complicación que, la de ser un poco pesados y acercarse a ellos.

El guía lleva una carabina por si las moscas, pero es más que nada presencial y para un caso de emergencia.

Algunos animales tienen una “distancia de ataque”, por ejemplo en rinoceronte  sobre unos veinte metros, si te acercas más, mal asunto, puede que ataque y, un jeep, no es gran cosa para estos impresionantes animales. Los conductores de safari, además de conducir, son expertos conocedores de la fauna local y nunca jamás ponen en riesgo la integridad de los turistas.

Tan solo una vez, de casualidad, un elefante nos intentó atacar, era el vigía de la manada y, sin saberlo, nos habíamos acercado mucho. Ya os he contado en una anterior entrada que nuestro “ojeador” lo paró en seco con un par de fuertes palmadas.

El ojeador va fuera del jeep, en un asiento situado en la parte delantera del capó y, cuando aparece algún felino, rápidamente se mete dentro del coche. Por la noche llevan un potente foco con el que localizan a los animales.

Lo más difícil de ver en un safari, es una escena de caza. Yo he visto a varios animales comiendo sus presas, pero una escena de caza debe ser realmente espectacular.

Una vez, en Sudáfrica, en la reserva Singuita, volvíamos ya de noche hacia el hotel y pasamos por el medio de una manada de gacelas con más de quinientos ejemplares. A los pocos minutos, vemos como dos leonas se dirigen hacia la manada y, en seguida, nuestros guías se dan cuenta de que van a intenta cazar.

La verdad es que estábamos disfrutando. La estrategia de las leonas era que, una de ellas, rodeara la manada y, atacara para mandar a las gacelas a la carrera hacia su compañera que esperaba agazapada tan solo a unos metros de nosotros. Silencio sepulcral y paciencia.

Tan solo estando tan cerca de la leona podemos ver que, mientras espera, le pasa un murciélago por delante y, con una velocidad pasmosa, a modo de aperitivo, de un zarpazo se lo lleva a la boca. Todos impresionados, se oyen los murmullos y, al momento los guías nos mandan callar, podemos fastidiarle la caza a las leonas.

Sigue la espera, pero al cabo de unos diez minutos vemos llegar a la segunda leona, sin ver a ninguna gacela. Todas las manadas colocan alrededor varios vigías y, estos, han olido a la leona y la manada ha huido.

Los jeep llevan una mesa plegable delante del capó para hacer un pequeño refrigerio de vez en cuando en un lugar seguro para poder bajarse del coche.  

Además de estos jeep y las furgonetas, existen otros vehículos para hacer safaris, son unos grandes camiones que llevan toda la equipación necesaria para no utilizar hotel. Se duerme en tiendas de campaña. Un poco más progre, pero el dormir en una tienda de campaña en medio de la sabana escuchando el rugir de los animales debe de ser impactante.

Este jeep lo encontramos varias veces en Sudáfrica. Es de una televisión que retransmite contínuamente.