La Voz de Galicia
Curiosidades y anécdotas de viajes.
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Los budistas, a lo largo de su vida, al estilo de nuestra desaparecida «mili», tienen la obligación de permanecer una temporada, creo que de más de un año en un monasterio budista. En este tiempo son instruidos en su religión.

La mayoría lo hacen de muy jóvenes y cuando van a ingresar les hacen una ceremonia parecida a la de nuestra primera comunión. Los visten de emperadores y son el centro de atención de la familia. Hacen un convite estilo los nuestros y, con gran pena para sus madres los entregan a los monjes….

Birmania:

Tierra Dorada

Con más de un milenio de civilización budista, Myanmar o Birmania en español, posee una rica y vibrante tradición cultural. Su gran belleza cultural se combina con la magnífica arquitectura de los templos y en cada lugar, el visitante encuentra gente amigable y hospitalaria. “Mingalabar” es la palabra tradicional de bienvenida, no solo utilizada a nivel oficial sino por la gente del pueblo, que desea prosperar e integrarse en el mundo, después de muchos años de aislamiento.

Hasta hace poco años, Myanmar era uno de los países más inaccesibles de Asia y los visitantes estaban limitados a reducidos circuitos por lugares muy concretos. El país tenía cerrada sus puertas al mundo. Como consecuencia de ello, ha conservado un envidiable modo de vida budista, del cual todos podemos aprender y enriquecernos, así como una herencia china, hindú y de otros grupos étnicos y religiosos que contribuyen a la multiculturalidad del país.

Tres cuartas partes del país están cubiertas por montañas y selvas, donde viven más de 135 grupos étnicos. El potencial del país es inmenso: desde senderismo en el Himalaya, cerca de Putao, hasta las playas tropicales en Ngapali; las más de tres mil pagodas en las llanuras de Bagan o el ancho delta en el Sur. A lo largo de todo el país permanecen antiguas capitales, testimonio del abundante patrimonio artístico y monumental del país. En la magnífica Pagoda Shwedagon encontramos el máximo exponente de la creatividad y piedad del pueblo birmano.

Sus principales atractivos turísticos son: Yangon, con el encanto de sus viejos edificios coloniales, los bulliciosos mercados locales y tranquilos lagos; Mandalay, eje de las rutas fluviales desde China hasta la India, ciudad de mercados y monasterios; Bagan, considerada como la maravilla de las maravillas, con sus más de tres mil templos diseminados por su llanura y Patrimonio de la Humanidad; el Lago Inle, con sus famosos “Leg-rowers”, Mercados y Jardines flotantes; Kalaw, la ciudad balnearia favorita de los británicos; Pindaya y sus cuevas repletas de estatuas de Buda, únicas en el mundo; Kyaiktiyo y la Roca de oro, coronada por una pequeña estupa y que se mantiene en el borde de un precipicio; las playas vírgenes de Ngapali.

Además, los numerosos grupos étnicos, con su riqueza cultural, de costumbres y tradiciones inalteradas a lo largo de los siglos hacen de este país un destino de gran interés humano.