Maó, Menorca. “A los pies de los caballos”
El pasado septiembre, mi amigo Manel Almendros me convenció para visitar esta fantástica isla. Pásate por allí, tengo un hotelito muy mono (www.hotelesmercadal.com), te haré buen precio y nos daremos unos paseos en mi barca, te llevaré a ver calas a las que solo se accede por mar…
Con estas perspectivas, no lo dudamos y la semana resultó fantástica. Buen tiempo, espectaculares calas, paseos en “menorquina”, buceo, en fin de todo.
Ya el día antes de marcharnos, su hijo Estebe, que regenta el hotel, me dice: Mira Fran, hay una fiesta en Maó que, no sé si te gustará, hay muchos borrachos y mucha algarabía…
No lo dudamos y nos acercamos a Maó. Al llegar la sorpresa fue de órdago, se trata de una fiesta de exaltación del caballo menorquín. A media tarde entre treinta y cuarenta caballos con sus mejores galas, hacen un recorrido circular por una zona cerrada.
Hasta ahí bien, pero es que lo curioso y exótico de la fiesta es que en un determinado lugar en el que han puesto arena en el suelo para que los caballos no resbalen, los jinetes pinzan a los caballos que se abren paso entre la gente y por si fuera poco, se ponen literalmente “A los pies de los caballos”, ayudan al caballo a mantenerse izado unos segundos más de lo que lo haría sin ayuda.
No hace falta decir que, los que se ponen a los pies de los caballos no pasarían ningún control de alcoholemia, pero es absolutamente espectacular.
La pena es que era el último día de nuestra estancia y teníamos que devolver el coche de alquiler, por la noche todos los caballos hacen pases en conjunto, bailan al son de la música. Lástima…