Marcos Míguez, nuestros ojos en el Deza, ha ganado el concurso internacional de fotografía de la Rapa das Bestas de Sabucedo. Esto tiene más mérito de lo que parece. Primero por que se presentan muchísimos fotógrafos (va a llegar un momento en que haya tantos fotógrafos como bestas, alguno corre peligro de ser rapado por error) Segundo porque es un tema que sufre mucho desgaste. Las imágenes ya no sorprenden, se han convertido en un género. Pero ahí es donde está el reto. Salir a la calle y volver a hacer un retrato. Volver a rodar un western. Volver a pintar un bodegón. Todo es susceptible de ser reinterpretado. La originalidad no debe ser el único motor de la creación. Aunque alimente nuestra vanidad de pioneros y nos otorgue ese brillo en los ojos del visionario.
Para mí, como fotógrafo de La Voz, es un orgullo que un compañero sea distinguido con un premio. Además como fotógrafo de oficina siento cierta nostalgia. Aunque no la suficiente como para añorar el exigente, y no siempre gratificante, ritmo del día a día. En fin, me ajustaré los manguitos y seguiré degustando las fotos de otros.
(He elegido esta foto porque no suelen publicarse este tipo de fotos en el periódico. He elegido el título porque me mola la canción de los Stones)
Impresionante la plasticidad de esta foto, enhorabuena al autor.
Y pregunta para el señor Mejuto ¿por qué no se suelen publicar este tipo de fotos en el periódico? Gracias
La culpa suele ser nuestra. Somos demasiado conservadores. Aunque en el caso de esta foto también tenemos en cuenta aspectos técnicos como que la impresión en prensa no garantiza la riqueza de matices que tiene una foto movida.