Pili Prol, leyenda viva de la fotografía ourensana, a la que la guardia civil prácticamente le hace un pasillo cuando llega a un suceso, se pone delante de dos adolescentes que hacen cine que ya no es que sea de bajo presupuesto, es que parece el resultado de los recortes de la famosa crisis. Les sobra imaginación y a Pili oficio. Se montan una escena de cine negro con graffiti. Una pistola de juguete y una languidez gótica, deudora de tanto cine de género consumido. El resultado es una foto divertida y diferente. Uno de esos oasis en el áspero día a día de la información. Bravo Pili.
¿Divertida y diferente? jo, chico sé un poquito más explendido…está foto tiene mucha tela. Toda ella. Es una pared, como otras tantas, dos chavales, como otros tantos, pero …la foto se sale. Yo también le hago el pasillo a la Pili.
Besos para el jefe