Paco Rodríguez es uno de esos fotógrafos buscadores. No se contenta con la primera foto y hace algo poco común en la profesión: piensa. La foto que traigo hoy es una entrevista y enlazando con el anterior post, está en el límite de lo efectista. Sin embargo yo creo que se defiende. El retratado se perfila en la maraña de reflejos y gente que pasa. En el azogue de la ventana del mítico Derby de Santiago está acrisolada toda la vitalidad callejera de la ciudad. Además Paco convenció a su delegado para que la publicara. Por los pelos.
Me encanta esta foto, parece haber dos tiempos diferentes y simultáneos. El lento devenir en el interior, el breve y ajeno discurrir de los demás en la calle.