A veces somos demasiado conservadores y no confiamos en el lector cuando pensamos que una imagen no se entiende. El lector está acostumbrado a devorar imágenes y es mucho más maduro que nosotros. La imagen, de Óscar Paris, pertenece a ese desagradable momento que vive el fotógrafo cuando trasladan a un detenido de los calabozos al juzgado. El detenido, violentado por la presencia de la cámara se tapa la cara con las manos esposadas, con el pelo o con más frecuencia con la cazadora. En mi archivo debe haber desde el principio de los noventa, un exhaustivo muestrario de lo que los dictados de la moda han deparado para esta prenda. Óscar tenía esa foto, en concreto la del pelo en la cara, pero me recomendó esta otra, un poco más difícil. La mano enguantada de la ley metiendo pa´dentro a la sospechosa. Es una sencilla elipsis que, estoy seguro, todo el mundo habrá entendido.
Me llamó la atención esta foto. No es habitual encontrarse imágenes tan arriesgadas en La Voz. Me gusta además como la mano del guante acompaña, más que empuja. El momento clave lleno de tensión pero sin agresividad. Muchas felicidades.
Increíble. Raw Paris.