Otro momento para la melancolía. Una foto de Martina Miser de uno de los alcaldes de los concellos que yo cubría. Se trata de un médico rural que escaló con autoridad a la alcaldía de Vilanova de Arousa. Supura elegancia por todos los poros. Solía pasearse con un Rolls Roice clásico, con toda la flema de un lord inglés, por las pistas de Caleiro, que es una pequeña parroquia de Vilanova. Sus dominios. Pero parece que esto no era suficiente y ahora le da por el noble arte de la cetrería, como un señor feudal contemporáneo. Tiene un explicación. La foto está tomada en una de esas absurdas ferias medievales que tanto proliferan hoy en día. O hay mucho medievalista o mucho apego a las cuchipandas sin sentido. Lo mejor de la foto, aparte de la indiscutible apostura del señor alcalde, es el paisano que hay detrás. No da crédito. Él representa una época que se acaba y el hombre que porta el halcón el afán de superación social. A la dignidad por el refinamiento. Casi nada.
Pues que quieres que te diga…la apostura del sr alcalde me resulta difícil de encontrar. La elegancia no la da ni un rolls, ni un pazo con historia, ni un ave de rapiña colgada sobre el antebrazo. Aunque a esta última, elegante por naturaleza, se la ve muy cómoda posada en él a la espera de la siguiente presa.
Yo más bien veo la foto así:
El halcón: elegante y bien adiestrado.
El paisano: auténtico e impecable.
El alcalde: Perdido en ese limbo entre la aldea y el horterismo, que tanto cunde.
Besos para el jefe.
Creo que eres injusta María. Villanueva nunca te fue una villa tan encantadora como con este alcalde
Sinceramente, me parece que el «Sr.» Alcalde de Vilanova está totalmente metido en el papel a diario, solo que en esta ocasión el vestido le ubica.
El problema es que hay un intercambio de papeles, el ave de rapiña calza botas.
Pues yo diverjo del escritor radicalmente. El señor Gonzalo Duran, que lleva en la alcaldia mas de 13 años se ha labrado el mismo un nombre por el que ahora se le conoce en el pueblo con cariño y casi con familiaridad. En el articulo expuesto si bien se le trata de altanero y soberbio por ser dueño de un coche antiguo que, todo sea dicho, ya nos gustaria a muchos -incluido el jornalista creador del texto- poseer. Tal vez la critica radica en los desacuerdos entre este periodico en cuestion y el concello de Vilanova, o tal vez por la escasez de ideas de un escritor mediocre. Casi nada.
rojos de mierda