La Voz de Galicia
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El día a día en una edición local suele ser un páramo de fotos de recurso y previsiones aburridas. El tedio se cuela en nuestra bolsa, entre el 80-200 y el flash. En verano mucho más. Pero hay días que te levantas rumboso y recuerdas lo mucho que te gustaba este trabajo. Ayer Marcos Míguez, nuestro fotógrafo en el Deza, tuvo uno de esos días. En primera del cuadernillo coló un contraluz para hablar de construcción. Una solución ciertamente crepuscular, adecuada a los días que nos toca vivir. En la última no recurrió al famoso termómetro urbano para ilustrar la ola de calor y se despachó con un espectacular chapuzón. Mañana será otro día.