La Voz de Galicia
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La reciente difusión de un cartel donde aparecen los diez delincuentes más buscados en España causa pasmo. Empezando por  el título, «Huídos de la Justicia», con tilde sobre la i de huidos, flagrante cacografía.
La palabra huidos contiene un diptongo, un conjunto de dos vocales que se pronuncian en una sílaba. A efectos ortográficos, son diptongo la sucesión de una vocal abierta (a, e, o) y una cerrada (i, u) —o viceversa— siempre que la cerrada no sea tónica (animación, causa), o de dos cerradas distintas (jesuita).
Las palabras con diptongo se tildan según las reglas generales de la acentuación: en los diptongos formados por una vocal abierta tónica y una cerrada átona se pone el acento gráfico sobre la abierta (avión, cáustico). En los formados por dos vocales cerradas, la segunda de las cuales es tónica, la tilde va sobre esta si le corresponde según las reglas generales: interviú, jesuítico, jesuita (no lo lleva porque es llana y termina en vocal), ruin (no lo lleva porque es monosílaba).
Del resto del cartel de los prófugos no puede decirse que sea un ejemplo de escritura pulcra, lo cual queda de manifiesto en el uso de las abreviaturas. Así, por ejemplo, la primera persona que en él aparece es identificada como «Ma Laura Espínola», prescindiendo de un rasgo característico de este tipo de acortamientos, el punto abreviativo (D., acept., k. o.). Cuando la abreviatura lleva alguna letra volada, es decir, de tamaño inferior al del resto del texto y colocada en la parte alta de la línea, el punto siempre la precede: n.o, 3.er, M.a.
Otro problema del cartel con las abreviaciones y su uso tradicional en español es el empleo del signo llamado arroba, @, como abreviatura de la palabra alias. Quizá quien haga esto tenga en mente una imagen con cierto parecido en la forma, una a entre paréntesis, (a), un caso excepcional entre las abreviaturas, pues no lleva punto abreviativo ni barra inclinada, como c/ de calle. La abreviatura (a) tuvo mucho uso en español, sobre todo en el periodismo de sucesos, aunque hoy parece caída en el olvido. Así, el «Jorge Simarro @ Silver Surfer» del cartel debería aparecer como Jorge Simarro, (a) Silver Surfer. Incluso se puede prescindir de la abreviatura y escribir el apodo, tras la coma, con resalte tipográfico, generalmente letra cursiva: Jorge Simarro, Silver Surfer.
El mal efecto que causa un cartel con faltas de ortografía emitido por una Administración pública puede evitarse haciéndolo pasar antes por las manos de un corrector de estilo.
Y en cuanto a los facinerosos, malandrines y criminosos, que los cojan pronto. Suerte.