La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Darth Vader fichó por el PP en el 2007 e hizo campaña a ritmo de merengue

La sociedad española ha sabido liberarse en los últimos años de un hábito pernicioso, propio de tiempos más horteras: elegir una canción del verano.  Pero como la energía  -que ni se crea ni se destruye, solo se transforma-  ritmos, letras y músicas no han desaparecido del panorama patrio. Solo se han mudado. A la política. Y en particular a la carrera hacia las elecciones municipales.

Tanteo en las encuestas como en esta singular área de la comunicación política PP lleva la delantera, con dos hits en dos semanas (Edito: El vídeo es del 2007. Lamento el error). Primero fue el candidato popular en Tarragona –Alejandro Fernández– quien impactó profundamente en la opinión pública con un tuneo del popular tema de Lady Gaga Alejandro (ver vídeo).

Llamó la atención, pero se ha quedado en nada ante la irrupción (desde el pasado) de … Seguir leyendo

Ale Alejandro, política-karaoke en Tarragona a ritmo de Lady Gaga

Se supone que esta campaña de las municipales va a ser (una vez más) la de las redes sociales. Pero por ahora solo se repiten viejos clichés del pasado. La mayoría de los perfiles de los candidatos no son gestionados por ellos mismos, por lo que caen en la impostura. Y las posibilidades de comunicar e innovar se diluyen entre altas dosis de horterismo.

El karakoke,  el chunda chunda y la coplilla (en sus peores versiones) son los géneros musicales por excelencia de la política hispana. Si en Spotify hicieramos una lista oficial no faltarían el reggaeton de Quintana, el pasodoble de Amilivia -ex alcalde de León- y -como hit recién llegado, la versión que el candidato del PP en Tarragona ha realizado de un tema de Lady Gaga. Él se llama Alejandro Fernández (no confundir con el cantante melódico mexicano de mismo nombre y apellido). Y su jingle, … Seguir leyendo

A Rajoy le han hecho un traje (a medida) con el cohecho de Camps

Y ha sido la malvada Fiscalía Anticorrupción, que acusa en firme al honorable president de la Generalitat de cohecho por aquel viejo asuntillo de los trajes pagados o no pagados. Los fiscales dicen que Camps aceptó regalos por valor de 14.021 euros.

Ya no es imputado, ha sido acusado en toda regla. Ahora la pelota está en el tejado de la dirección del PP que aprobó un código ético para estos casos. Debería ser aplicado. ¿O no? (Y en Galicia, si acusan a los alcaldes de Mazaricos –que no es Marbella– y Fisterra, ¿qué hará Feijoo?)

Mariano Rajoy debe decidir. Y no debería temblarle la mano. Sea quién sea el candidato, su partido tiene todas las de ganar en Valencia. Más aún, un relevo de Camps liberaría a los populares de un lastre muy pesado de cara a las generales del 2012. Él decide como … Seguir leyendo

Cascos y la fractura de la derecha en España

El PP viajaba por una plácida corriente hacia la Moncloa. Con el almirante Mariano al timón, la formación que agrupa a todo el espectro político relevante del centro hasta la profunda derecha describía una singladura sin virajes bruscos. Hasta que un antiguo comodoro decidió que ya bastaba de tranquilidad. Cortadas sus aspiraciones, Paco Cascos, ex de todo en el PP y en el aznarismo, se plantó, se marchó y ha abierto una vía de agua en la nave popular.

¿Puede la defección de Cascos tener consecuencias para el futuro presidencial soñado por Rajoy? Pues sí. De momento, las aspiraciones del ex ministro de Fomento de aspirar a la Junta del Principado ponen en dificultades a los populares asturianos.

Ya hay quien pronostica que su candidatura puede adelantar en las preferencias del electorado a la oficialista. Si eso sucede o si, como aventuran algunos  periodistas asturianos, Cascos gana las autonómicas, el … Seguir leyendo

El PP abre la puerta a la ultraderecha

El PP es una fuerza política de segundo orden en Cataluña. Está condenada a serlo durante mucho tiempo, pero busca fortuna electoral en las autonómicas del 28 de noviembre a cuenta de un tema tan sensible con la inmigración. Y de una manera frívola y demagógica, muy demagógica, tanto que resulta peligrosa.

Una de sus últimas acciones de campaña ha desatado una enorme controversia. El partido colgó en su página web un videojuego en flash, que situaba como heroína a su candidata, Alicia Sánchez Camacho.

El avatar de la política popular -rebautizada como Alicia Croft en un difícil de creer guiño a la protagonista de la serie Tomb Raider– vuela sobre una gaviota llamada Pepe y tenía como una de sus misiones (también lucha contra el independentismo) cazar inmigrantes ilegales. Al menos hasta ayer por la noche. Hasta entonces el juego había provocado un torrente de críticas hacia … Seguir leyendo