El politólogo estadounidense Samuel Huntington falleció el día de nochebuena a los 81 años en una localidad de Masachusets. Ex profesor de Harvard, su obra más famosa es El choque de civilizaciones, un ensayo en el que postulaba que, en el nuevo orden mundial surgido de la Guerra Fría, las diferencias culturales y religiosas acabarían por provocar un conflicto a gran escala entre el mundo islámico y occidente.
Su nombre sonó con fuerza y sus teorías pusieron de actualidad tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, cuando se buscaban referentes para encuadrar la salvaje acción terrorista contra las torres gemelas. Evidentemente, se utilizó politicamente para dar fundamento a las políticas del miedo de la administración Bush.
Su teoría cuenta con fervorosos partidarios y furibundos detractores. Y también sirvió de base para la propuesta de Alianza de Civilizaciones que postula el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Si nos la tomamos en serio, esta sería un instrumento para prevenir el choque que predecía Huntington, cuya obra espera ahora el veredicto de la historia. ¿Perdurará? ¿Será pertinente dentro de veinte años?
Mucho me temo que, al menos en parte, S H acierta por ahora. Su aportación no es tanto lo más visible (el choque en sí) como poner en la mesa el fanatismo religioso como superestructura conformadora de voluntades.