Habrá sucesión dinástica en el PP ourensano. Los baltares han vencido a la candidatura alternativa liderada por el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, y auspiciada por la dirección autonómica (y estatal) del partido.
Más allá de sus repercusiones en la provincia -habrá que ver que pasa en el 2011 con la presidencia de la Diputación y, desde luego, políticamente Ourense seguirá siendo un sitio distinto-, el triunfo de José Luis y de Manuel Baltar merece ser reseñado con letras mayúsculas:
Por un lado, supone que el hombre del trombón evitará el destino que sufrieron barones como Cacharro Pardo (jubilado forzoso y perpetuo conspirador) o, en su tiempo, Victorino Núñez (se fue a Santiago y perdió su silla a manos del propio Baltar). No ha sido destronado. Ha abdicado en su hijo.
Por el otro, supone la primera derrota clara en mucho tiempo de Alberto Núñez Feijoo.
Aunque no lo expresara con claridad en actos públicos o entrevistas de prensa, el presidente de la Xunta respaldó a Jiménez Morán y la derrota bien puede calificarse como suya, sobre todo teniendo en cuenta los resultados finales: un 40% de los compromisarios no apostaron por Baltar.
¿Qué hubiera pasado si Feijoo se hubiera mojado y hubiera proclamado a los cuatro vientos sus preferencias? ¿Y si en vez de buscar un candidato interpuesto hubiera lanzado a por todas como aspirante a su número 3, el alaricano Antonio Rodríguez Miranda? ¿Por qué buscó hace unos días una lista de integración? Quizá sabía entonces, y hace mucho, que no iba a ganar de ninguna manera. Pero aún así, es muy difícil hacerlo cuando se juega a empatar. Habrá que estar atento a sus futuras jugadas.
Desde luego, se sabe «quen manda no PP de Ourense». ¿Hasta cuándo?
Muy buena apreciación. Y creo que Feijoo hizo lo que más le convenía. Jugar a ganar y perder hubiese sido terrible, con riesgo de crear una fractura en el PP gallego.
Por otra parte que hubiesen perdido los Baltar tampoco hubiese cambiado nada. Las propuestas y la manera de hacer política de los dos candidatos son iguales. El origen de Jiménez Morán esta también en el «baltarismo».
Pero bueno, no caigamos en los extremos. Baltar padre llegó a decir aquello de que los hijos de funcionarios estaban mejor preparados para serlo… Pues los hijos de dirigente no tienen porque ser, necesariamente, peores dirigentes…
Miguel García
a.miguelgarciacorral@gmail.com
http://egoexcentricos.blogspot.com
A mi, que no soy del PP, no me engañan los botarates que creen que el oficialismo es la democracia y el baltarismo lo peor…o es que los hijos de puta – en el lenguaje cariñoso de Esperanza Aguirre- que desean cargarse la lengua y la cultura gallegas y los que van a entregar las cajas gallegas a Cajamadrid son del sector baltarista?
Los dos comentarios están cargados de razón: hay baltarismo más allá de los baltares.