El Gobierno ha metido la pata con la ayuda de los 420 euros para algunos parados de larga duración. Por generar demasiadas expectativas. No es la primera vez que lo hacen. Anuncian una medida aparentemente universal y luego llegan las rebajas. La propaganda se lleva mal con la información. Y provoca frustración en una ciudadanía bastante harta de promesas-milagro y castigada por la crisis.
Voy a hacer una comparación osada y limitada a una actitud en concreto. Entre Hitler y Zapatero. El primero, cuando Alemania tenía perdida claramente la Segunda Guerra Mundial, soñaba con contraataques fulminantes e imposibles. El segundo ve el fin de la crisis (estructural en España por variados motivos) en cada esquina y anuncia recuperaciones milagrosas por doquier.
Ambos casos suponen una evidente negación de la realidad. Ahí acaban las comparaciones. Y el interés por los nazis. Nos quedan nuestro Gobierno y una pregunta fundamental sobre su comunicación política (José Blanco aparte). ¿Nos engaña o se engaña a sí mismo? ¿Qué es más grave? ¿Hay alternativa? Viendo la cara conspiranoide que se le está poniendo al PP, me temo que no.