La soledad del gobernante es un mito. No hay poder ejecutivo que se sostenga sin aliados y amigos. Sobre todo mediáticos. Al menos en los tiempos que corren.
Pues Zapatero acaba de cabrear a uno de los suyos. A uno de los más poderosos: Prisa. ¿El motivo? La apresurada aprobación de la TDT de pago, que puede acabar de hundir a Digital + y puede suponer un suculento negocio para otro aliado más reciente, Mediapro (la matriz de La Sexta).
Prisa ha reaccionado como un gato acorralado. Ha anunciado a través de un comunicado medidas legales y ha comparado la decisión con otra adoptada por Aznar en 1997, amén de explicar la decisión por las amistades personales de Zapatero y Miguel Sebastián. ¿Está anunciando una guerra? Parece una declaración en toda regla. Y puede ser un escollo difícil de superar para un Gobierno muy erosionado por la crisis.