Ha llegado el día de Barack Obama. El de su triunfo y consagración. O el de su fracaso. El que puede ser el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, el joven senador que ha prometido el cambio, se enfrenta a la verdadera prueba, la de las urnas, con todos los pronunciamientos a su favor: las encuestas, las sensaciones, el escenario (la crisis y el legado de Bush han sido una losa para McCain)… Es su gran oportunidad. ¿Logrará hacer historia? De momento solo han votado dos aldeas de New Hamphire. Y ha ganado. Es un triunfo insignificante, pero simbolico y quizá profético.