Y no me refiero al número dos de Obama, el senador Joe Biden, sino a un fontanero de Ohio -uno de los estados más importantes en disputa el 4N- que se ha convertido, sin comerlo ni beberlo, en el hombre del último cara a cara entre los dos aspirantes a la presidencia.
¿Y quién es el fontanero? No se trata de un personaje ficticio, como la niña de Rajoy, sino de un ciudadano de carne y hueso llamado Joe Wurzelbacher que ingresa más de un cuarto de millón de dólares al año. Según el programa electoral de Obama, por superar este nivel de ganancias tendrá que pagar más al fisco. Hace unos días se quejó al candidato demócrata, que le respondió de forma breve y contundente: «Porque hay que repartir la riqueza»
McCain, al que según las encuestas la crisis hunde cada día más, intentó dar un golpe de efecto para conseguir un vuelco electoral convirtiendo a Joe el fontanero en un banderín de enganche. Su nombre fue invocado más de veinte veces. Pero en vano. Aunque inquietó a Obama, este ganó el debate de largo. Y cada vez está más cerca de la presidencia. Porque los americanos quieren un cambio y confían más en el demócrata que en el republicano. Aunque no sea Bush y siempre ha llevado una trayectoria bastante independiente, McCain representa la continuidad de las políticas del texano. Esa es una losa demasiado pesada para que la pueda levantar.
Coincido contigo en que la previsible derrota de McCain se debe más a la «sombra» de Bush que a los méritos de Obama. La presidencia de Bush ha sido tan nefasta, ¡también para los estadounidenses!, que McCain merece que el P. Republicano le haga un homenaje…
Si, hay que reconocerle valor a McCain, porque intentar suceder al sin duda más nefasto presidente de EE UU tiene sus bemoles… si se milita en el mismo partido.
Pues el fontanero salio peor que la niña de Rajoy, ni es fontanero, ni paga sus impuestos y es republicano. Todo mentira como acostumbran los republicanos.
Lo único en que lograron acertar los republicanos en su marketing político es la selección de Palin como vicepresidenta, ya que logra atraer a los votantes desde sus zapatos de 3 pulgadas de alto.
COLON DESEMBARCA 516 AÑOS TARDE EN ESTADOS UNIDOS
Si volvemos al más puro concepto de Marketing político el cual receta ampliar lo más posible la base sus electores, los demócratas ganaron por mucho a los republicanos. Durante la convención Demócrata celebrada en Denver, un nuevo festival Woodstock político, se aseguraron que las cámaras de televisión contasen con suficiente variedad de rostros y color de piel, un verdadero caleidoscopio de grupos étnicos que conforman “la nueva cara” de Estados Unidos.
Tomando como punto de partida el propio candidato demócrata, que aunque los medios de comunicación los catalogan como Afroamericano, no es ni negro ni es ni blanco, es algo que nosotros los latinoamericanos conocemos desde hace siglos, cuando los conquistadores españoles decidieron mezclarse con las indias primero y con las esclavas negras luego.
A diferencia de los peregrinos que desembarcaron en Plymouth, conformado principalmente por familias de papá, mamá e hijos, las tripulaciones de las naos españolas eran integradas por puros hombres.
Si estos conquistadores tenían algún prurito racista fue olvidado ante las necesidades lujuriosas de la carne luego de tres meses de abstinencia en alta mar, acompañados por otros marineros malholientes.
Ahora con la nominación de Barack Obama, se logra lo que hace mucho tiempo fue el rasgo inconfundible de la génesis de nuestras naciones latinoamericanas, sobre todo en la cuenca del Caribe y Brasil, la conjunción de razas que se inició con el arribo de Cristobal Colón hace 516 años.
Pues este detalle, al parecer, lo pasaron por alto los estrategas de marketing del bando republicano. Según se desprende de los reportes publicados por las propias agencias los grupos minoritarios brillaron por su ausencia en St. Paul. Aún así mantienen su posición de afianzar la imagen dwe que el Partido Republicano es el verdadero representante de los WASPs (White Anglo-Saxon Protestant = Blanco Anglo-Sajón Prostestante).
Precisamente por tal razón la figura de Joe el Fontanero, cuyo verdadero nombre es Joseph Wurzelbacher, se convirtio en otro personaje de este circo mediático, ya que representan lo más puro del viejo sentir norteamericano, o como diría el propio Joe: «the good old America»
Entre los 2,800 delegados a la convención republicana, tan sólo 36 de ellos eran de la raza negra, y un número aún inferior de hispanos, según reportó el Centro de Estudios Políticos y Económicos con sede en Washington.
“En los últimos 40 años que el partido republicano ha celebrado sus convenciones nunca antes había sido tan evidente la ausencia de otras razas aparte de los blancos anglosajones, parecía un amplio mar de caras pálidas”, dijo un vocero del centro.
Incluso, la figura más representativa de piel negra dentro de la administración republicana, Condoleezza Rice, no fue ni siquiera mencionada.
Es que las cifras hablan por si solas:
• En los últimos 6 años no ha habido ni un solo gobernador o senador republicano de la raza negra.
• Los afroamericanos corresponden al 12.4 por ciento de la población estadounidense, mientras que los hispanos representan un 14.8 por ciento, pero la convención asistieron muchos menos de esas proporciones.
• En comparación con la convención demócrata, un cuarto de los delegados presentes en Denver eran Afroamericanos.
• El partido Demócrata cuenta con un Senador negro, un candidato presidencial de raza mixta y 42 representantes en el Congreso.
• Nueve de cada diez votantes negros y ocho de los hispanos dicen que apoyan la candidatura de Obama.
No hay que ser un genio matemático para saber que los republicanos muestran serias fallas en su marketing político, si tomamos en consideración que tanto negros e hispanos votan masivamente en comparación de la tradicional apatía de la población blanca al momento de acudir a las urnas.
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