En la carrera hacia las urnas autonómicas, nos acechan un buen puñado de encuestas. Con ellas hay que tener mucho cuidado: algunas están bien hechas; otras no; y todas, en mayor o menor medida, pasan por la cocina.
Un ejemplo. Publica hoy La Voz que, según un sondeo de la Dirección Xeral de Xuventude, los jóvenes gallegos (entre 15 y 29 años) son católicos (solo el 43%), europeístas (un 67% están contentos) y eligen el castellano (con muchos matices).
El titular intenta recoger las conclusiones de un estudio con 2.000 entrevistados, tiene un margen de error del 2,23% (según los autores), ha sido realizado en 131 concellos de los 305 que tiene Galicia y evidencia contradicciones (según los autores).
Más allá de los titulares engañosos (chirría mucho lo del catolicismo, solo hay que ver las iglesias los domingos por la mañana) ¿Nos fíamos del estudio? ¿Os parece una muestra suficiente?
Pues muchas de las encuestas electorales estatales -más concretas, en la mayoría de los casos- están realizadas con menos entrevistas. E intentan ofrecer información detallada. ¿Os fiáis de ellas? Eso sí, son un arma política de primer orden y, sobre todo, pueden hundir las aspiraciones electorales de más de un candidato.
A nadie le gusta votar al que va a perder. Bueno, a algunos sí. Es una sensación quijotesca que suele afectar a los que alguna vez han optado por dar su papeleta a Izquierda Unida en Galicia. Evidentemente, no son una amplia mayoría. Y en los últimos años…
Lo del catolicismo puede referirse a que han sido bautizados, otra cosa sería «católicos practicantes». Lo de castellanohablantes, si que deberá tener más que matices. De todas formas, evidentemente, las encuestas, manipulan.