El próximo lunes Zapatero y Rajoy volverán a medir sus fuerzas en un debate cara a cara. Será diferente del de ayer. Y no sólo porque ambos candidatos luzcan diferente corbata. O tampoco porque le toque abrir todas los bloques al socialista y deba cerrarlos el popular.
En ese debate, posiblemente se diriman las elecciones.
Casi todos los medios publicarán encuestas el fin de semana. Y si no ofrecen sorpresas, pronosticarán un resultado apretado, y cierta ventaja para Zapatero. Por lo tanto, ambos candidatos llegarán al cara a cara dispuestos a darlo todo. Sin duda, será más intenso que el de ayer. Habrá:
- Más propuestas por ambos partidos, que deberán demostrar (sobre todo Rajoy) que tienen programa.
- Referencias a la Iglesia y a los obispos.
- Un Rajoy más agresivo.
- Un Zapatero que intentará marcar distancias e identificar al PP con la derecha derechona que quiere privatizarlo todo.
- Cierta desesperación de aquél al que sus encuestas sitúen fuera de la Moncloa.
- (Ojalá) Algo de diálogo constructivo.