Mientras la ciudad de Río de Janeiro se va poblando de políticos, expertos, lobistas, etc. de todo el mundo, esperando llegar a un consenso sobre “el futuro que queremos”, cae en mis manos un librito muy especial: “La economía del bien común” de Christian FELBER (publicado por ediciones Deusto). Su autor es un joven profesor austríaco, destacado crítico de la globalización y fundador del movimiento Attac, un polifacético intelectual del que ya tenía conocimiento por unas conferencias que había pronunciado en España y que están disponibles en youtube.
A nadie dejará indiferente este verdadero “manifiesto” sobre esta original visión de la economía basada en los planteamientos cásicos del “bien común”, desde Aristóteles hasta la doctrina social de la Iglesia Católica, subtitulado “un modelo económico que supera la dicotomía entre capitalismo y comunismo para maximizar el bienestar de nuestra sociedad”.
¿Es acaso sólo un nuevo intento de “tercera vía”? o ¿se trata de algo nuevo? Mis conocimientos de economía son limitados y no veo capaz de valorar aquí el modelo económico que FELBER desarrolla hasta los más mínimos detalles (acerca de la empresa, de la propiedad, de la función del Estado, de la banca, etc.). Lo que sí digo es que su lectura me ha cautivado profundamente. Después de lo que estamos viendo sumidos en lo más bajo del ciclo de esta espantosa crisis económica, cómo no valorar positivamente un modelo fundamentado en valores como la honestidad, la empatía, la confianza, la estima, la cooperación, la solidaridad, la voluntad de compartir, … la dignidad humana; un modelo económico en los que la búsqueda del beneficio y la competencia se transforman en esfuerzo hacia el bien común y la cooperación; donde se sustituye el PIB como indicador de éxito por el “producto del bien común” (“cuanto más social, ecológico, democrático y solidario es el comportamiento y la organización de las empresas, mejores son los resultados que alcanzan en el balance”); donde las desigualdades de ingresos y riqueza son limitadas en un debate y por decisión democrática; donde la empresas se liberan de la obligación general de cercimiento ilimitado y sólo buscan el tamaño óptimo; donde la banca es democrática (es controlada por el pueblo, no por el Estado); donde los mercados financieros tal como hoy se conocen dejarán de existir, etc.
¿Utopía? ¿Un modelo bienintencionado para acabar con el darwinismo social que impera en nuestra globalizada economía neoliberal? No lo sé. Pero en todo este planteamiento -dejando aparte atrevidas soluciones sobre la propiedad, la transmisión hereditaria, la educación, etc.- encuentro en esta obra una libertad de pensamiento que no es fácil encontrar en otros ensayos de naturaleza económica.
Desde el punto de vista del medio ambiente, FELBER nos propone en su modelo una atractiva y omnipresente consideración de la sostenibilidad. El valor ecológico es uno de los elementos fundamentales del “balance del bien común”; las empresas conseguirán más beneficios legales si son responsables con el medio ambiente y producen productos ecológicos; el beneficio de las empresas revertirá para inversiones con plusvalía social y ambiental; el mercado internacional se basará en el “comercio justo”; a la naturaleza se le reconocerá un valor propio; el crecimiento económico ya no será un objetivo y sí la reducción de la huella ecológica de individuos, empresas y países a una cota sostenible a nivel mundial; etc.
Christian FELBER sí que tiene claro el futuro que quiere para nuestro atormentado Planeta. Pero no sólo es un visionario. No se queda en los principios por atractivos que parezcan. Nos ofrece las “Estrategias para su ejecución”, las bases de un proceso de concienciación que se han iniciado con la constitución en julio de 2011 de la “Asociación para el Fomento de la Economía del Bien Común” e incluso la fundación de un “banco democrático”. También recoge en su ensayo –o, mejor, manifiesto- ejemplos de empresas que se acercan al modelo propugnado por el autor; y el primer caso que cita es la empresa vasca Mondragón, la mayor cooperativa a nivel mundial.
Es preciso, ahora más que nunca, soñar con lo que debe ser un futuro mejor para nuestra juventud y para las generaciones venideras. FELBER nos permite avizorar con esperanza algunos destellos de esa nueva sociedad que, sin duda. se construirá sobre las ruinas del vigente e insostenible modelo económico.
interesante noticias sobre economia y analisis sobre su actual hundimiento, me fue de mucha utilidad ya que inicio mis estudios en esta area, tambien comparto con ustedes la noticia sobre Ana Patricia Botín http://noticias.universia.es/vida-universitaria/noticia/2005/10/18/605432/ana-patricia-botin-mejor-empresaria-ano.html
saludos.
Me parece que estos tipos de iniciativa son increibles. Muchisímas cosas así deberían hacerse por todo el mundo, porque el planeta es de todos y entre todos tenemos que cuidarlo en todos los sentidos.
Supongo que habréis oído hablar también del FUTURE ECONOMY BARCELONA 2012. Es también un foro enfocado en este mismo tema, medio ambiente y economía internacional, los dos problemas que más afectan y preocupan a las empresas, a los profesionales y a los ciudadanos… y estará el ex-vicepresidente de los Estados Unidos, AL GORE, éste si que no me lo pierdo!!!
Un pequeño resumen: El principal objetivo de este foro es el de proporcionar a empresarios, profesionales, políticos y estudiantes ideas y estrategias para afrontar la problemática actual y motivarles para que se interesen por el desarrollo de nuevos modelos económicos, poniendo de manifiesto que los daños al medio ambiente han de estar en el centro de dichos modelos.