Modelo de ciudad sostenible decíamos, donde los antiguos palacios e iglesias y los más recientes edificios contemporáneos se combinan armónicamente con el agua y los parques urbanos circundantes. A las orillas del “Riddarfjärden”, la sede del majestuoso Ayuntamiento de Estocolmo (el “Stadshuset”), obra de uno de los más importantes arquitectos suecos –Ragnar ÖSTBERG-, es buen ejemplo de lo que decimos. Por cierto que, en la visita a este organismo municipal, nos han informado que el Partido Verde (Miljöpartiet) es el segundo más votado en la ciudad (no me extraña nada) si bien, ahora mismo, está en la oposición ya que gobierna una coalición de partidos conservadores.
La sensibilidad hacia la protección del entorno natural no es reciente, desde principios del siglo XX la ciudad de Estocolmo ha sido un modelo de ordenación urbanística sostenible. Y es que hasta el “Skogskyrkogåden”, su principal cementerio -diseñado en 1914 por el célebre arquitecto Gunnar ASPLUND– declarado por la UNESCO “patrimonio de la Humanidad”, constituye una bellísima muestra de conjunción de arte y paisaje, en el que la grandiosidad del bosque parece buscar la reconciliación de los muertos con la naturaleza, y en donde reposan -en lugar destacado pero sencillo- las cenizas de la inolvidable estrella cinematográfica Greta GARBO.
Más recientemente, con motivo de la candidatura de Estocolmo a los Juegos Olímpicos de verano de 2004, un antiguo polígono industrial se ha rehabilitado convirtiéndose en uno de los barrios modélicos de la Capital sueca. En efecto, el barrio de “Hammarby Sjöstad” constituye un centro de atención para arquitectos y urbanistas de todo el mundo que vienen aquí para saber cómo es zona residencial en que se ha tratado de mejorar en un 50% los estándares ecológicos reinantes en el campo de la construcción; de cómo se tratan y reutilizan las aguas residuales y los residuos urbanos, y de cómo, a través de un complejo proceso, se genera con todo ello electricidad, agua caliente y calefacción urbana para todo el barrio. Sin descuidar, con todo ello, la variedad y belleza de los edificios, su vegetación y su borde litoral.
Otros numerosos detalles jalonan la sostenibilidad de la “Venecia del Norte”: la promoción de edificios bioclimáticos, el uso de biocombustibles en algunos de los transportes públicos, la preocupación por la eficiencia energética del alumbrado público (es la primera ciudad del mundo en la que su utiliza la tecnología LED en 100%), la recogida automatiza de los residuos, la proliferación de vehículos híbridos, la instalación de electrolineras, etc. También es modélica en las medidas adoptadas sobre lucha contra la contaminación atmosférica, el tráfico y sus niveles de congestión por medio de una tasa que grava la circulación en coche en el centro de la ciudad. De hecho las autoridades pueden enorgullecerse de haber reducido en un 25% las emisiones per cápita de CO2 desde 1990.
Con ocasión del reconocimiento de Estocolmo como primera “Ciudad Europea Verde” en 2010, el jurado valoró especialmente la fijación por las autoridades municipales del ambicioso objetivo de ser una ciudad sin energías fósiles de aquí al año 2050. En la actualidad, además de su particular “Estrategia contra el cambio climático”, el Ayuntamiento ha aprobado estrategia ambiental para la ciudad (“Green vision from the City Hall”) que comprende seis áreas de actuación: transporte, edificación bioclimática, eficiencia energética, el uso sostenible del suelo y del agua, y gestión de residuos urbanos.
Se me dirá que, al modo de una especie de “síndrome de Estocolmo” de naturaleza ambiental, me he dejado embrujar por los encantos de la ciudad, que me impiden ver sus defectos e incongruencias. Seguro que los tiene, pero sin duda es un placer conocer una ciudad tan hermosa que es, además, paradigma de la sostenibilidad urbana. Algo que –intuimos- sólo es posible gracias a la conjunción de una activa –e imaginativa- iniciativa pública y de una acentuada concienciación social.
Al final de todo, pienso que lo más importante es que -salvando las distancias e idiosincrasias- siempre tenemos mucho que aprender de tan excelentes modelos.