La Voz de Galicia
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A lo largo del tiempo, muchas palabras del español han cambiado el acento prosódico. Las causas van desde el afán de aproximarlas a sus étimos hasta meros accidentes y errores. Veamos algunos ejemplos.
El latín imbecillis tenía los significados de ‘débil’, ‘ineficaz’ y ‘cobarde’. El español lo incorporó como voz aguda, imbecil, para calificar al enfermo, flaco o débil. A principios del XIX pasó a escribirse imbécil, quizá por contaminación de la forma francesa imbécile.
En el caso de palabras procedentes del griego a través del latín, cuando se acentúan etimológicamente lo hacen unas veces según el latín y otras atendiendo a su origen griego. Y se dan casos de voces españolas acentuadas según un criterio y que cambian con el tiempo. Ocurre, por ejemplo, con parásito (del latín parasītus y el griego παράσιτος). Fue voz grave, parasito, y a finales del XVIII comenzó a alternar con la esdrújula parásito. Hoy solo se usa esta. El gallego, sin embargo, conserva parasito.
Púdico (del latín pudīcus), ‘casto, pudoroso’, alternó con pudico, más etimológico, que usaba Tirso: «… jamás me dio causa / a enojos ni a quejas, / espejo pudico / de castas y cuerdas».
A los médicos les cambiaron muchas palabras. Peroné (del griego περόνη, aunque nos llegó a través del francés pérone), el hueso de la pierna, fue hasta mediados del XIX perone. Y tráquea (del latín trachīa) aparece como esdrújula en el Diccionario de 1843. Hasta entonces era traquea —como en gallego—, aunque los galenos también le llamaban asperarteria y traquiarteria, que impresionaban más a los pobres diablos que estaban en sus manos.
A veces da vértigo este idioma en que los vizcaínos fueron vizcainos y los arcenes árcenes. Pues bien, vértigo (del latín vertīgo) también fue vertigo, y así lo registró inicialmente la Academia, aunque ya mudó el acento a finales del XVIII.
Algo peor que vértigo era lo que sufría un economista que cuando paseaba por el puerto de A Coruña con su esposa cedía a esta el lado del mar porque a él le daba vértice —decía— ver el agua desde lo alto.