La Voz de Galicia
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En la era de Internet se están acelerando las importaciones de voces extranjeras, que unas veces enriquecen el español y otras lo maltratan. Los mayores problemas consisten en saber cómo se deben adaptar esas palabras y en qué momento hay que darles carta de naturaleza a esas novedades.
Twitter, marca registrada que da nombre a una de las denominadas redes sociales de Internet, es el origen de toda una familia léxica en español. Así, se ha creado tuitero (persona que participa en Twitter), tuitear (enviar un texto por Twitter), retuitear (reenviar en esa red algo recibido en ella) y tuit (mensaje), plural, tuits. Como se ve, hay una importante alteración gráfica respecto al original Twitter. La uve doble de este se ha convertido en una u, que es como la pronunciamos tras la consonante, y las dos tes se han simplificado en una. La gran difusión de estas palabras ha animado a la Academia a incorporarlas al Diccionario.
Algo parecido se está produciendo a partir de WhatsApp, nombre de una aplicación de mensajería instantánea para teléfonos inteligentes (¿?). Es tal su presencia entre nosotros (la tiene todo el mundo menos un servidor), que se ha generado la necesidad de dar nombre a quienes la emplean, a su uso y a los mensajes que mueve. Pero, a diferencia de lo ocurrido con Twitter, la formación de esos neologismos es problemática. La consecuencia es que han surgido formas diferentes para designar lo mismo. Así, por ejemplo, el mensaje enviado por WhatsApp es para unos un whatsapp (el nombre propio convertido en común, escrito con diacrisis tipográfica, generalmente letra cursiva), para otros un wasap, para otros más un wuasap, y para los más atrevidos, un guasap. Si en todos los casos se pronuncia [guasáp], parece que la grafía guasap es la mejor entre las adaptaciones, aunque la menos frecuente hoy. El dilema es optar ya por la adaptación plena guasap (y guasapear) o quedarse en la más conservadora whatsapp (y enviar, recibir o intercambiar whatsapps en vez de guasapear).
No esperen para decidirse a que un diccionario recoja estas palabras. Para entonces ya habrá sido desplazado el WhatsApp por otra cosa.