La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
Seleccionar página

Ya tenemos borrador del decreto del gallego. Una vez más, la Xunta ha escogido un día con poca visibilidad para presentarlo. Incluye ciertos ajustes frente a las bases presentadas a finales de diciembre, pero mantiene variadas consultas a los padres, un reparto de asignaturas por idioma en determinadas etapas  y muchas ambigüedades. Podéis leer la noticia aquí o ver la nota de la Xunta aquí. A mí me surgen varias preguntas pertinentes (que vienen al caso) e impertinentes (que pueden molestar). Ahí van algunas:

  1. ¿Quién velará para que no se monten cristos en las aulas cuando las votaciones no ofrezcan mayorías absolutas? ¿Y si se impone el uso de un idioma por un solo voto y a  lo largo del curso hay variaciones en el alumnado? ¿Habría que volver a votar?
  2. Con este decreto, ¿se vigilará que numerosos centros privados concertados (sostenidos con fondos públicos y los peajes en la sombra que cobran a los padres en forma de aportaciones voluntarias a fundaciones y similares) no hagan lo que les de la gana y proscriban el uso del gallego como ha ocurrido durante mucho tiempo?
  3. Es evidente que le complican sobremanera la vida a los centros educativos. ¿Van a compensarles de alguna manera con más recursos o seguirán las dificultades actuales para incluso pagar la calefacción?
  4. ¿Cuál es el verdadero problema? ¿Qué solo se aprendan los nombres de los ríos en un idioma o que no se aprendan de ninguna manera?
  5. Una vez superado el frente lingüístico -si es que algún día se supera-, ¿se ocuparán Feijoo y la Consellería de impulsar de forma adecuada la educación y mejorar su calidad? En muchas localidades faltan plazas en colegios e institutos. Y no se construyen los suficientes.
  6. ¿Queremos incentivar la natalidad de verdad y que el país sea competitivo a nivel europeo? En ese caso no valen las rebajas en Educación.