En el BNG bajan las aguas revueltas por la composición de unas listas electorales  respaldadas por el 85% del consello nacional de la coalición.

Anxo Quintana (A Coruña), Teresa Táboas (Pontevedra), Fernando Blanco (Lugo) y Alfredo Suárez Canal (Ourense) serán los cabeza de cartel. La principal novedad, a primera vista, es la ya prevista desaparición de la actual conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo (número dos por A Coruña en las pasadas autonómicas).  Su trayectoria ha ido de más a menos, pero su salida responde, sobre todo a cuestiones internas y de confianza. Aunque hay opiniones para todos los gustos.

Hay más damnificados. El sector crítico del BNG que lidera Beiras se siente disconforme. Y representantes de otras facciones también han mostrado su malestar ante la evidente plasmación de la hegemonía de la UPG en las listas.

Evidentemente, toda la tensión se acrecentará o disminuirá según la cantidad de escaños que surjan del 1-M. Tanto en el BNG como en el PSOE, cuyo intento de colocar a casi todos los conselleiros en puestos nobles también ha levantado ampollas.

Por supuesto, lo mismo pasa en el PP, que está fuera del poder y va a afrontar una renovación de gran calado. De momento nadie se ha quejado ante la inminente criba, pero varios ilustres diputados van a dejar de serlo. Quizá armen ruido antes de la cita electoral. Tal vez se callen. Me temo su silencio no durará mucho si los resultados no acompañan. Entonces veremos si se produce la tantas veces augurada desbandada que hasta ahora Alberto Núñez Feijoo y Alfonso Rueda presumen de haber conseguido evitar.