La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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El lendakari ha decidido -para cuidar de sus propios intereses, claro- que las elecciones autonómicas vascas coincidan con las gallegas el 1 de marzo. Es un anuncio que tiene miga -toma la decisión para reducir las posibilidades del PSOE de desalojarlo de Ajuria Enea y para que coincida con su juicio por reunirse con Batasuna- y consecuencias directas en Galicia. Veamos:

1. Las vascas siempre han sido elecciones con gran repercusión mediática, pueden hacer que las gallegas pasen más desapercibidas en el resto del Estado.

2. Puede producirse aquí un efecto movilizador a favor del PP por la burda equiparación entre los nacionalismos gallego y vasco que se realizará en muchos foros. Veremos las consecuencias de la siguiente ecuación: factor miedo multiplicado con mucho ruido. Es un mensaje que cala fácilmente en muchos sectores de la ciudadanía, que podrían dejar de votar en clave gallega.

3. El PSOE se la juega en dos frentes. No podrá volcar toda su poderosa artillería de campaña en una sola autonomía. En un solo día el partido del puño y la rosa puede rozar el cielo (presidencia de la Xunta y primera fuerza en Euskadi) o sufrir la crisis más gorda desde que Zapatero controla Ferraz (perder la Xunta y victoria del PNV).

4. Se ha frustrado la decisión de Touriño de hacer unas elecciones singulares. ¿O no?Según las primeras reacciones públicas, tanto al presidente de la Xunta como su vicepresidente y cartel electoral del BNG, Anxo Quintana, no les importa mucho. Al menos con la boca grande. ¿Y con la pequeña? En mi modesta opinión, la coincidencia no les favorece. Y al PP sí. Aunque la coincidencia pueda producir alguna perturbación en su discurso moderado, Alberto Núñez Feijoo debería estar contento.