Acabo de volver de Tarragona, tras asistir al 12º Congreso Mundial de Derecho Ambiental de la IUCN Academy of Environmental Law, magníficamente organizado por los miembros del Centro de Estudios de Derecho Ambiental (CEDAT) de la Universidad Rovira i Virgili. Más de trescientas personas de cuarenta y un países de todo el mundo nos hemos congregado en esta Universidad tarraconense, entre los pasados días 30 de junio a 5 de julio, para debatir un buen número de ponencias y las 270 comunicaciones que habíamos presentado al Congreso en torno a la temática de la “energía y medio ambiente” («Energy for a fair society in a safe Planet«).
Ha sido una muy estimulante experiencia poder compartir con iusambientalistas venidos de los cinco continentes reflexiones sobre los temas que nos ocupan y preocupan y no sólo en el ámbito energético sino en todos los sectores de la variadísima temática ambiental. Colegas de los países más desarrollados, de los países emergentes y de los que luchan por salir de la pobreza. Todos con una misma pasión, la lucha jurídica por la protección del medio ambiente y la implantación de la justicia ambiental. Y, aunque es verdad que la dichosa crisis que nos atenaza –como lo he comprobado hablando con los colegas de otros países- está más extendida internacionalmente de lo que yo pensaba, los iusambientalistas de todo el Planeta no han perdido su dinamismo y su espírítu combativo.
Cierto es también que el derecho ambiental ha tenido un impresionante desarrollo desde sus comienzos –que cabría situar en torno a los años setenta del siglo XX- y ahora está implantado en la casi totalidad de los países, pero siguen siendo enormes los retos que el jurista ambiental tiene por delante tanto a nivel internacional, nacional, regional y local. Así, por ejemplo, por lo que se refiere a los efectos y consecuencias del cambio climatico o en relación a la técnica de la “fracturación hidráulica” (conocido como “fracking”) para la explotación de los esquistos o del “gas pizarra”. Tema éste que, por cierto, fue uno de los “temas estrella” del Congreso.
Especial relevancia han tenido las intervenciones de algunos de los más importantes expertos iusambientalistas del mundo: Michael GERRARD (Universidad de Columbia, USA), Zen MAKUCH (Imperial College, UK), Jan JANS (Universidad de Groningen, Holanda), Ludwig KRÄMER (Universidad de Bremen, Alemania) y un largo etcétera. También fue invitado el Profesor catalán Joan MARTÍNEZ ALIER, Catedrático de Economía e Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona y uno de los más importantes referentes de la “economía ecológica” en el mundo. De la conversación que tuve con él me enteré de que ha promovido un ambicioso estudio (EJOLT) para identificar e inventariar todos los “conflictos ambientales” del mundo que son, en el momento presente, más de un millar.
Las 270 comunicaciones se desarrollaron a lo largo de los tres días de duración del “12th UICN AEL Colloquium” distribuidas en 53 mesas. Cuánto me hubiera gustado tener el don de “bilocación” o “trilocación” para no perderme muchas de las interesantes exposiciones de mis colegas. Para hacerse una idea de la multiplicidad y variedad de los temas tratados –siempre dentro del lema “energía y derecho ambiental”- en la mesa en que yo intervine (hablando sobre los parques eólicos marinos y la ordenación marítima y costera) una profesora australiana trató sobre el impacto de los parques eólicos terrestres sobre la avifauna y los murciélagos, otra profesora española sobre la reforma del régimen jurídico eléctrico y sus nefastas repercusiones sobre las energías renvables y, finalmente, un profesor norteamericano disertó sobre una ingeniosa propuesta de aprovechar la electricidad de los vehículos mientras éstos no se utilizan para el transporte.
La responsabilidad de las grandes empresas multinacionales en relación con sus efectos sobre el medio ambiente en países del Tercer Mundo, el futuro sobre el Ártico y la explotación de sus recursos minerales, los efectos de la producción de biocarburantes sobre el precio de los alimentos, los impactos ambientales de las infraestructuras hidrológicas en China, la implantación de las “smart cities” y la reducción del consumo energético, las medidas de adpatación al cambio climático, el derecho del acceso a la energía como derecho fundamental, la promoción de las energías renovables marinas, los aspectos jurídicos de la “pobreza energética” en España, el derecho de los pueblos indígenas a participar de los beneficios económicos de la producción energética, la explotación de la energía geotérmica en ciertos espacios naturales de América Central, medidas ante el desafío de la dependencia energética… son algunos de los muchísimos y variadísimos temas tratados (incluido, como vimos, el del “fracking”).
Como han coincido estos días con algunos de los partidos del Mundial de Brasil ha sido inevitable hablar del “deporte-rey”. Ánimos y felicitaciones a los procedentes de los paises sobrevivientes hasta ese momento en el campeonato: Brasil, Colombia, Costa Rica, Francia, etc. Pero para nada he advertido ofensivas rivalidades entre sus respectivos representantes nacionales. Quizá todos éramos conscientes que lo que está en juego en el Planeta, entre otras muchas cosas, la mejora en la aplicación de las políticas ambientales y la efectividad del derecho ambiental, tienen infinitamente más importancia que la obtención de un trofeo deportivo.
Hay que dar la enhorabuena al Profesor Antoni PIGRAU y a su magnífico grupo de investigadores e investigadoras del CEDAT por haber logrado organizar, en los tiempos que corren, tan importante evento mundial. ¡Moltes gràcies!
Gracias por la crónica!..muy estimulante. me uno a la felicitación al excelente trabajo que siempre hace el Cedat y el profesor Pigrau. Sin embargo y como abogada ambientalista desde hace mas de treinta años, me he sentido muy triste, como me consta se han sentido muchos de mis colegas, por no poder asistir a este Congreso debido a su alto coste. Los abogados/as que trabajamos para entidades cívicas nos encontramos en una situación muy dura, debido a las reformas aplicadas a los procedimientos judiciales, como las relativas a tasas y costas. Y ni siquiera tenemos la posibilidad de poder participar en este tipo de eventos que mejoren nuestra formación y perspectivas y nos ayuden a contribuir al desarrollo del Derecho ambiental. Después de este Congreso nos sentimos un poco mas solos aun…