La Voz de Galicia
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Capataces intrépidos

Todos tenemos vocación de capataz. En las obras, tras la vallas, son legión los que disertan sobre la calidad de la mezcla del cemento armado. Son tantos los que hablan como los que hacen. Rubalcaba tiene una carpeta en la que hace meses rotuló el lema «Cosas que haré cuando sea candidato». En ella ha ido volcando ideas felices que ahora suelta como revelaciones. Rajoy ensaya delante del espejo su inglés con mil palabras. Zapatero lanza miraditas al vacío. En esta terna no se sabe muy bien quién habla, quién dice y quién hace. El Senado es un misterio. Podrían vestir largas túnicas y, deambulando en paseos aristotélicos, pergeñar tratados de retórica. Pero entonces parecería una fiesta-toga y las instituciones no andan sobradas de credibilidad como para arriesgar en numeritos. Si convenimos que los diputados son los que hacen, lo que es mucho convenir, entonces los senadores son los que … Seguir leyendo

Hamilton, el otro pop adulto

Obituario de Richard Hamilton publicado en el suplemento Culturas

Debe ser emocionante asistir al nacimiento de un estilo. Ese momento fundacional en el que un artista inaugura un nuevo tramo de carretera. Luego, muchos más artistas transitarán por ella. Casi siempre sin pagar peaje alguno. Picasso, Braque y Juan Gris vistieron la misma camiseta cubista durante una época. Escondían sus mejores obras en el estudio para que no las copiara el otro. Mondrian y Van Doesburg jugaban juntos a los ocho errores. Para todos era apropiación, nadie lo consideraba un plagio. Porque antes los movimientos eran más duraderos y sus autores exploraban sus límites con seriedad. Ahora el vértigo domina la escena y las propuestas se solapan con la misma velocidad con la que se inventa un nuevo apero tecnológico. Vivimos un momento ecléctico y de continuo remake. O refrito, antes del colonialismo cultural. Todo está inventado.
Richard Hamilton … Seguir leyendo

La mirada cartesiana de Volker Kopa

Un amigo siempre me decía que Michael Volker Kopa era el fotógrafo que mejor entendía el teleobjetivo. Los fotógrafos de prensa dependemos demasiado del elocuente parloteo de un gran angular. Ya nadie carga objetivos adultos como un 50 mm. Espectacularidad contra naturalidad. A veces estar demasiado cerca, siguiendo las enseñanzas de los padres del fotoperiodismo, nos resta perspectiva. Nos aturulla. Los fotógrafos solemos estar, cuando ocurren las cosas, pegados unos a otros. A veces marcándonos. A veces incluso copiándonos. Ver trabajar a Volker Kopa es como un espectáculo documental. Suele dar dos pasos atrás. Merodea concentrado como un león enjaulado. No participa del comportamiento gregario del pelotón. Tampoco, por supuesto, del buen rollo. A veces se pierde fotos; pero otras muchas trae algo distinto. Porque todos traemos siempre lo mismo.
Antes, cuando había que revelar, el laboratorio era su hábitat. Muchos fotógrafos no han conocido y ya no conocerán ese … Seguir leyendo

Batman no vendrá

Diez años después, Gotham aún se lame las heridas. El caballero oscuro contempló impávido el desmoronamiento de un imperio y ahora, diez años más viejo, conserva sus cicatrices. Cada una de ellas corresponde al doloroso dibujo de una onomatopeya. Gerónimo, el villano que no se merecía, fue abatido sin épica. Sin imágenes. Sin tele. En una clandestinidad que acabó por hurtarle grandeza a la gran epopeya de este siglo. Cuando un héroe no tiene un buen antagonista entonces no está completo. Los equilibrios telúricos necesitan de esa simetría. Pero la vileza de Gerónimo era seca, irracional, íntegra. Su locura no generaba empatía al modo en que lo hacen los entrañables malos de la serie B. Un profesor chiflado; un científico bienintencionado que traspasa la línea; un fantasma enamorado con un retrato arrasado por el ácido. El propio Banderas, ganado para la maldad por Almodovar, desmarcándose de su eterno papel de … Seguir leyendo

Servidumbre de paso

Texto publicado en el suplemento Culturas sobre Un disparo de advertencia, una intervención artística en las calles de Lalín. En la foto de arriba Misha Bies Golas amartilla una pistola de silicona momentos antes de apropiarse de la pieza. En la foto de abajo la obra momentos después de ser alumbrada. Ambas fotos son de David Silva.

Siete artistas solventes; un comisario con seis balas en el tambor y una en la recámara (Alain Urrutia mandó una obra desde Pekín); un pueblo en la periferia de la periferia; un cierto estupor vecinal y un presupuesto heroico: ni un duro. Este es el menú de Un disparo de advertencia.
No hay dinero. Es el mantra con el que los gestores culturales públicos te reciben en los despachos. Ya están pensando en hacerse camisetas con el lema. Podría ser peor. Podría no haber ideas; ni autocrítica. Pero no es el caso. … Seguir leyendo