Baltar se presenta en Génova para entorpecer la deliciosa combustión del tercer montecristo de la tarde. Rajoy lo recibe en los medios y con un par de elegantes naturales lo devuelve al terruño. El agreste estadista aprieta los dientes. Benito Ordóñez le hizo la espera y obtuvo premio. Veteranía.
Bienvenido, pero si hay que pintar se pinta. Un saludo.
que alegria tenerte de nuevo con nosotros!!!
un abrazo