La Voz de Galicia
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sindicalista

El retrato es mi género favorito. Cuando fotografío a una persona no suelo hablar mucho con ella pero hay dos palabras que siempre salen de mi boca: “póngase ahí”. Si la persona es extranjera la palabra es “here” acompañada de un gesto con el dedo índice. No creo en la cháchara innecesaria, qué le voy a hacer. Mientras dura la sesión, eso sí, estoy completamente pendiente de la mirada del retratado y sólo cuando me devuelve una respuesta convincente dejo de bajar y subir las cortinillas del obturador. Pasan varios minutos hasta que la persona se olvida de la cámara y me mira a mí. A veces esto no ocurre, entonces no hay nada que hacer. Otras veces la mirada es tan poderosa que se come mi cámara y hasta yo tengo que apartar la mirada. Algo de esto debió pasarle a Óscar Cela cuando firmó este espectacular retrato del histórico sindicalista lucense Santos Costa, que visita la cárcel, ya cerrada, donde cumplió condena como preso político en una época en la que las cárceles estaban llenas de ideas. Y con ellas, de sus propietarios.