Mi madre me contó una vez una fábula sobre el matrimonio. Éranse una vez dos hermanas que tenían el mismo pretendiente. Como el muchacho no se decidía por ninguna de las dos, mojó dos pañuelos y dándole uno a cada una les dijo: la primera que seque el pañuelo se casará conmigo. Una de las dos hermanas, la más ansiosa, no sabía qué más hacer para secar el pañuelo. Lo acercaba al fuego, lo estrujaba, lo agitaba. La otra, en cambio, se limitaba a recitar, como un mantra, la cantinela siguiente: …Tanto me da casar coma non, tanto me da casar coma non... Supongo que ya habréis adivinado que fue la segunda la que se llevó el gato al agua. Esta parábola describe perfectamente mi relación con la pintura y con la fotografía. La pintura es la hermana ansiosa y la fotografía la hermana serena. Rezo todas las noches para que seque mi pañuelo de pintura. Mientras tanto voy al estudio todas las mañanas. El resultado son cuadros como Ícaro Carmesí, que forma parte de la exposición titulada Rebelión de polígonos que se inaugura hoy en la Galería Sargadelos de Ferrol. Espero que vengáis a verla para, entre todos, secar mi dichoso pañuelo.
Que te veo muy sensual y voluptuoso y totalmente mutante, mola!
Mis paredes os echan de menos, nosotros también.
Qué madre más sabia tienes.
Cuida de las dos hermanas que en tú condición de bígamo productivo estaría muy mal que te dedicases a una sola.
Besos
¿Qué pensaría de esto el sastre de Mejuto?
http://www.lavozdegalicia.es/cultura/2009/04/03/0003_7631378.htm