El maestro Kopa supo como retratar el duelo con dramatismo. Pero sobre todo con respeto. Lo normal es acercarse más para perpetrar un intenso y luctuoso primer plano, pero Kopa da dos pasos hacia atrás para contarlo delicadamente con teleobjetivo. Nadie domina el tele como Volker Kopa. Tengo un amigo que siempre me decía que Kopa utilizaba el tele para poner distancia sobre las cosas, para no intervenir demasiado, para tomar la realidad de la forma más pura posible. La foto que traigo hoy es además muy cinematográfica. Parece rodada en cinemascope y su decidida apuesta por la horizontalidad proporciona paz y descanso. La arboleda, que podría haber sido pintada por John Constable, completa un bello retrato del dolor.
Hubo un entierro en el que tú no estabas para hacer fotos, ¡desde luego que no! Muchas veces pienso lo hermoso y cinematográfico que fue. El recorrido esteticamente inigualable, los asistentes…(no digo nada porque ya lo sabes tú) y aquellas preciosas vacas pastando libres por el prado que se acercaron hasta a la valla a saludar. Alucinante.
Ojalá hubiese sido el de algún abuelillo de 100 gastados años que te hubiese permitido tener el cuerpo para hacer fotos.
La foto de Kopa es preciosa.
Besos nostálgicos.
yo también recuerdo ese entierro más bonito que el de un jefe de estado
te echaba de menos
besos