No os preocupéis. No voy a hablar de composición, ni de simetría, ni de ritmo, ni de ninguna de esas elementales fruslerías con las que me hago pasar por entendido. Primavera y desmayo. Un cierto atolondramiento; un poco de abandono y la torpeza del debutante; el corazón que bombea más deprisa. No es nada fácil gestionar tanta endorfina. Oh destino hormonal! a ti me encomiendo.
La foto es de Álvaro Ballesteros. Correteando entre las flores.