Cosas que hacen que te sientas pequeño: la desmayada melancolía que habita en lo profundo de los ojos de la persona amada; la misteriosa contemporaneidad de los personajes que se mueven dentro de un fresco de Piero della Francesca; una rotativa alemana moviendo, con delicada ligereza, toneladas de papel prensa; los caprichos de la naturaleza que despachan profusamente las agencias de viajes… Paparruchas. Trabajar a cien metros de altura, abrazado a un inmenso cilindro de áspero hormigón, eso sí es sentirse pequeño. Ángel Manso se sirve, para esta foto de dos trabajadores en la chimenea de la central térmica de As Pontes, de la escala como recurso expresionista. Nos enseña que, al final, el relativismo es precisamente una cuestión de escala. Tengo un amigo proclive a las excursiones existencialistas. Cuando compartimos barra y espirituosos siempre nos ponemos fundamentales. Eso es porque al día siguiente no tenemos que abrazarnos a ningún abismo de hormigón. Como mucho a alguna farola en el camino de vuelta a casa.
Es una satisfacción comprobar (¡al fin!) que alguien en la Voz ha tenido la feliz ocurrencia de obsequiar a los lectores de la edición en papel con estas impagables «delicatessen» surgidas del homérico ingenio de Vitor Mejuto. Espero y deseo que en la misma linea descubran que unirlas en un libro puede ser también una fantástica idea. Al tiempo.
Desde siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras, pero es que además hay imágenes que sugieren mil palabras y ésta es una de esas fotografías poseedoras de dicho don. No hace falta saber dónde ni cuando, la escena habla por sí sola. Excelente elección.
gracias a todos, no os merezco