Hago una pintura de borde duro. Lo que los norteamericanos llaman Hard Edge. Esto quiere decir que las fronteras entre los campos de color son abruptas. Como si estuvieran cortadas a bisel. Me gusta esa tensión.
Para lograr esta limpieza utilizo cinta de carrocero, la misma que usan los pintores de paredes para proteger los marcos de las puertas. Compro la cinta en una pequeña y familiar ferretería de Brión. Podría hacer acopio para todo el invierno, pero me gusta más comprarla una a una. Me gusta ir cada mañana y pedir, como si estuviera acodado en la barra de un bar, lo de siempre. La mujer que me suministra la cinta está intrigada, pero nunca me pregunta para qué la uso. Nos gusta esa tensión.
Una barrera. Una pancarta. Un grito sordo. Trabajadores en un momento en el que ser trabajador es algo heroico. Óscar Vázquez mira a los ojos del conflicto. Le gusta esa tensión.
A la postura de los modelos parece que les falta agresividad, están demasiado relajados, pero yo no tengo ni idea de esto.
El texto es brillante. Saludos Vítor
gracias
Yo también uso en ocasiones cinta de carrocero para pintar mis cuadros y es un placer cuando la despego y veo el borde limpio que queda. La pancarta de arriba y la barrera de abajo forman el encuadre dentro del encuadre de la foto y son dos líneas paralelas ,equivalentes a las líneas hechas con la cinta que ya sabemos en los cuadros. En ese espacio está la tensión que has descrito magistralmente.
gracias Jesús, efectivamente es un placer despegar la cinta. Yo ni siquiera puedo espera a que seque la pintura.
O texto fala sobretodo de Vítor Mejuto.