La Voz de Galicia
Seleccionar página

s28l9246

A riesgo de parecer fetichista, a mí me parece que esta foto de Xoán A. Soler retrata perfectamente a una pareja de peregrinos al final del camino. No se puede decir más con menos. El autor se acoge a esa vieja premisa del minimalismo para servir un delicado fresco del Xacobeo. Sin necesidad de invocar de nuevo la fachada de la catedral, la concha de una vieira o al pertinaz Zapatones  (que a estas alturas ya debe ser funcionario del concello), un sencillo plano corto de los pies resulta un hondo homenaje al auténtico motor del camino. Además también valdría para dibujar un beso, sin la truculenta teatralidad de aquella célebre foto de Robert Doisneau en la que la parejita que  se besuqueaba en París resultó ser un par de actores.