De la factoría Marvel, cuya cadena de montaje alumbra discrecionalmente superhéroes como directores generales en un relevo gubernamental, salió aquel mítico Magneto. Su taimado poder magnético le otorgaba un control absoluto de todo lo que estuviera hecho de metal. Feijoo, nuestra imantada versión patria, atraviesa el paso de cebra con el semáforo en rojo mientras paraliza los coches con sus superpoderes. César Quián, como Peter Parker, el alter ego de Spiderman, volvió con la foto que desenmascara el gran poder do noso presidente. Quién sabe que otras secretas habilidades nos deparará en el futuro. Quién sabe qué rutilante traje, con la F tatuada al pecho, duerme plácidamente dentro del discreto atuendo de estadista. De momento el Feijomóvil parece inofensivo.
la foto tiene trampa, no está mandando parar está saludando, pero la comparación tiene mucha gracia, sobre todo si lo vemos como el heroe arriesgado que salva a la muchacha (a la derecha) de ser atropellada.
Digna interpretación de cualquier feijoonista de pro.