Marcos Míguez se enroló en un autobús para acompañar a los 6000 ganaderos gallegos que se desplazaron a Madrid, muchos de ellos desde el Deza, donde Marcos ejerce su labor como fotógrafo, para protestar por el insuficiente plan lácteo que plantea el gobierno. Como todo en la vida, el viaje fue tan importante como el motivo que lo impulsaba. Cambiar nuestra floresta por los inabarcables horizontes mesetarios te hace sentirte en otro país. Además, en la estepa castellana el único ganado que pasta, a simple vista, es el toro de Osborne. El toro de Osborne y la Ternera galega no viven precisamente un idilio. En realidad nunca hubo mucho feeling. No se deben poner cuotas a los sentimientos
Y para mas inri, aún se les ocurre vestir de rojo…, lástima de puesta de sol.
Disfruto de las fotos , pero casi más con tus comentarios. Enhorabuena Vitor.