Lo soltó una agencia de noticias con traductores presuntamente agobiados, y centenares de medios de comunicación lo repitieron tal cual, sin corrección alguna: «El sospechoso compró más de 6.000 municiones: más de 3.000 balas calibre 22 para un rifle de asalto, 3.000 de calibre 40 para las dos pistolas Glock que llevaba consigo, así como 300 para una escopeta calibre 12». Dejemos al margen el ahorro misérrimo de preposiciones y artículos, que ni estos tiempos de zozobras económica justifican, y centrémonos en el balazo al español, las «más de 6.000 municiones».
Munición es un sustantivo no contable, de esos que admiten cuantificadores indefinidos (abundante munición, poca munición, muchas municiones), pero no ordinales (*tres municiones). La usan los igualmente maltratados efectivos (*veinte efectivos de la Guardia Civil) y las también despreciadas tropas (*doscientas tropas sirias). A diferencia de efectivos con el sentido del ejemplo, munición admite su uso en singular y en plural. Designa un conjunto de proyectiles de las armas de fuego, generalmente balas, postas o perdigones. Para cuantificar la munición hay que recurrir a otro sustantivo (Le dieron a cada uno un fusil y veinte balas).
Aunque la munición mencionada es la única que conocen la mayoría de los hispanohablantes, hasta hace dos días, como quien dice, los diccionarios daban como primera acepción del sustantivo esta otra: ‘Conjunto de toda clase de cosas necesarias para el sostenimiento de un ejército o una plaza en la guerra’. Las municiones de boca no eran balas que los soldados sostenían entre los dientes, sino los víveres con los que subsistían (pan de munición). Y es que la locución adjetiva de munición se aplica, o se aplicaba, a aquello que el Estado suministra por contrata a la tropa para su manutención y equipo, a diferencia de lo que el soldado compra de su bolsillo (ropa de munición, botas de munición). Y como quiera que el Estado no se estira mucho y los contratistas lo hacen aún menos, de munición acabó adquiriendo el significado ‘de baja calidad’.