Una reciente intervención de una reportera ante las cámaras de televisión para informar sobre un accidente catastrófico llamó la atención de algunos espectadores por el empleo del verbo autopsiar. Contaba la periodista que los cadáveres de las víctimas mortales iban a ser autopsiados.
En situaciones así, las de la aparición de un término que les resulta nuevo, muchas personas se preguntan si existe aquel. Desde el momento en que alguien lo emplea, existe. Otra cosa es que esté bien formado, que sea útil para comunicar algo, y que alcance cierta presencia en el uso del idioma. Su registro en el Diccionario de la Academia debería ser un reflejo de esto, pero no siempre ocurre así. En el caso de autopsiar, la RAE no lo recoge. Sí lo hace el Diccionario del español actual,de Manuel Seco, que da esta definición: «Hacer la autopsia a alguien».
Lo avala su presencia en obras de maestros del uso del español, como Delibes o Vargas Llosa. Este lo emplea en varias obras, entre ellas Conversación en la catedral. Dice en esta: «… ahí estaban los ojitos de la Teté, como un minuto después los ojitos del Chispas y los ojos de los papás, buscándola, trepanándola, autopsiándola».
Los hablantes crean espontáneamente verbos mediante la derivación de sustantivos. Es el caso de autopsiar y autopsia. Los que surgen para atender necesidades expresivas acaban consolidándose. La Academia ha decidido incluir en el Diccionario un buen número de ellos, como apenumbrar ‘Poner en penumbra algo’, comisariar ‘Organizar una exposición o muestra artística o cultural’, cortocircuitar ‘Producir un cortocircuito en algo’…
Más fugaces son los frutos de los excesos en la formación de neologismos, que a veces no pasan de ser licencias expresivas, como en este diálogo de la versión española de The dawn patrol, de Don Winslow:
«—No —dice Danny—. Más bien ha sido una sugerencia.
»—Pues yo te sugerencio que ahueques el culo y te las pires —dice Eddie—…».
Pues eso, que si Danny no se las pira, Eddie puede dejarlo para que lo autopsien.
Excelente post!