La Voz de Galicia
Seleccionar página

diaz-pardo1

Volker Kopa me enseñó muchas cosas. Aparte de la aspereza en el trato, me enseñó sobre todo a fotografiar mirando a los ojos de la gente. Mucha gente se mueve delante de nuestras cámaras. Da igual que sea un bombero o un peatón, si somos ajenos a la mirada somos ajenos a la persona. Naturalmente el sujeto no tiene porque devolvernos la mirada, pero tampoco creo en el camuflaje y no creo que el fotógrafo deba salir con flores en el casco para no ser visto. Otra cosa que me enseñó es la frontalidad. Esta cualidad silenciosa es clave, por ejemplo, en la obra de Candida Höfer. Los fotógrafos jóvenes anteponen segundos y terceros planos, se afanan en pretenciosos desenfoques, realizan encuadres superferolíticos y cultivan la filigrana. Todo menos mirar de frente. Para eso hace falta una cosa: seguridad. Te colocas de frente y miras.