Tres fotones de Gustavo Rivas en la última semana. Debe estar desayunando fuerte.
En la primera una anciana tiende su luto tras la última (las hemerotecas sangran) tragedia en el mar. Todo lo que yo pueda añadir a esto es pura retórica. Supongo que me agradeceréis un poco de contención.
La segunda es muy pictórica. Dos percebeiros diminutos perdidos en un mar picado. Me recuerda a la pelea a garrotazos de Goya. Aunque no pelean entre sí sino contra los elementos. Se publicó a diez columnas en Los Domingos de La Voz.
La tercera es la mejor. Una mujer cuida de sus padres encamados. La madre a la izquierda, el padre a la derecha. Hablando más tarde con Gustavo me describió la situación y es uno de esos momentos en los que al fotógrafo se le encoge el corazón. Pese a todo Gustavo tuvo la sangre fría para componer la foto colocando a la abnegada mujer en el centro mirando a cámara. Los ojos de la mujer suplican desde la página tres del a fondo. Es un placer poder editar fotos así
Das tres quédome coa última
Dende que lin o xornal no almorzo non consigo sacar a imaxe da miña cabeza; o compañeiro Gustavo ilustrou a perfección o artigo sobre a lei de dependencia
Noraboa Rivas
¡Menudo retrato sobre la dependencia!(con todo lo que significa la palabra y sin necesidad de enmarcarla en ninguna lei, aunque la ilustre estupendamente). Mandíbulas asexuadas y abiertas dibujando la dependencia absoluta y en medio un rostro suplicante pintando la exclavitud. La luz, los colores, todo… podría aplauidir y llorar al mismo tiempo.
La del luto tendido al viento no la había visto, así que gracias por colgarla aquí.
La de los percebeiros no sólo la ví, si no que la miré y remiré, es un cuadro pintado por el pincel caprichoso del mar y enmarcada por la mirada de un muy buen fotógrafo que no sabemos qué coño desayuna,pero lo sea le sienta muy bien.
Besos para el jefe
……pues que puedo decir? «no tiene pérdida»!!!!
aún no sé qué desayuna gustavo. estoy en ello